Travesti pidió cambiar su DNI

Una estudiante de enfermería travesti se presentó ante la Justicia local para pedir que su documentación personal sea reformulada a tono con su identidad sexual "autopercibida". De acuerdo con los letrados que representan a María Valeria, la platense que impulsa el reclamo, su caso podría sentar jurisprudencia en el ámbito provincial por su carácter "virtualmente inédito".

"Radicamos una demanda de cambio de nombre ante el Juzgado de Familia Nº6, junto a una medida cautelar para acelerar los tiempos; el objetivo es que la cuestión se resuelva en una semana" explicó Luciano Sívori, abogado patrocinante de Valeria y miembro del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH). El letrado considera que la movida introduce un elemento novedoso en el plano legal: "a la hora de solicitar el cambio de nombre, la mayoría de la jurisprudencia está vinculada con transexuales; en cuanto a travestis, el caso más emblemático es el de Florencia de la V, pero en la Provincia no se conocen antecedentes".

En sintonía con el proyecto de ley que promueve el reconocimiento de identidad de género y se está tratando en el Congreso de la Nación, la demanda se fundamenta en referencias constitucionales y alusiones a "la lucha por el derecho a la identidad de todas las personas -cualquiera sea su sexualidad-, y contra todo tipo de discriminación".

La presentación se concretó ayer a las 10,30 en los tribunales locales de 13 y 48; hasta allí llegó la estudiante de 30 años, quien manifestó que "es una acción que vengo pensando desde hace mucho tiempo, pero por diferentes cuestiones legales, laborales y sociales no había intentado".

"Desde la adolescencia me percibo como mujer" recordó: "no lo vivo como una elección tomada en un momento determinado, porque para elegir hay que desechar una opción y tomar otra, y yo siempre fui lo que soy". Con sensaciones encontradas, admitió que "el término 'travesti' es una especie de mal necesario para hacer visible la lucha" y subrayó que "de haber optado por el camino quirúrgico lo único que habría hecho es cambiar de etiqueta, de travesti a trans, accediendo a una presión social de legitimación por el cuerpo que no me interesa".

Valeria prefiere no revelar qué apelativo figura aún en su documento, y relata que "mi nombre actual surgió en una charla entre amigos de la secundaria, un poco jugando me dijeron que tenía que tener uno que me gustara y adecuado a mi condición, y se dio éste. Los profesores me dicen Valeria cuando pasan lista, pero en las nóminas oficiales figura el otro nombre, y es traumático".

Técnica en Construcciones y actualmente sin pareja tras una relación estable de cinco años, cuenta con el apoyo de su familia -"a mamá le costó, pero me acompaña totalmente, y con papá no tengo contacto por temas que nada tienen que ver con mi sexualidad", advierte- y cursa la carrera de enfermería universitaria en el hospital San Juan de Dios. Además, milita en AISA (Autoconvocados por la Integridad en la Salud), agrupación que pelea contra la discriminación en la atención sanitaria que aseguran sufrir travestis y transexuales.