Premio Alfaguara para el escritor platense Leopoldo Brizuela

El escritor platense Leopoldo Brizuela ganó ayer el XV Premio Alfaguara de Novela con su obra "Una misma noche". "Es un thriller existencial", la definió la presidenta del jurado, la periodista y escritora Rosa Montero, tras leer el acta que concedió por mayoría el galardón, dotado con 175.000 dólares (133.000 euros) y una escultura de Martín Chirino al escritor de nuestra ciudad.

El jurado del premio destacó "el estilo admirablemente contenido del autor, quien, con economía expresiva, consigue crear un texto perturbador e hipnótico". La obra "indaga sobre la esencia del mal y la corresponsabilidad de cada uno en la violencia y la injusticia", asegura el acta del jurado leída por Montero.

Brizuela, narrador, poeta y traductor de 48 años, une de esta manera un nuevo galardón a otros que ya tiene en su poder. Autor de obras como "Tejiendo agua", "Inglaterra. Una fábula" o "El placer de la cautiva", Brizuela también ha traducido a Henry James, Flannery O'Connor y Eudora Welty, entre otros autores.

A esta edición del Premio Alfaguara se presentaron "785 manuscritos originales, convirtiéndose en la convocatoria con más participación de la historia del Premio", según la editorial Alfaguara, perteneciente al grupo español Prisa.

Un total de 307 obras fueron enviadas desde España, seguidas por las 143 recibidas de Argentina y las 108 de México. El año pasado, el galardón fue para el colombiano Juan Gabriel Vásquez por su novela "El ruido de las cosas al caer".

Tras declararse "muy feliz" por la concesión del premio, Brizuela señaló que llevaba tiempo queriendo escribir sobre este tema "porque es la preocupación de muchísima gente".

En "Una misma noche", el protagonista, Leonardo, un escritor que vuelve a casa de sus padres para cuidar a su madre, ve como la policía asalta la casa de sus vecinos, lo que le hace rememorar un suceso parecido cuando la misma casa sufrió otro ataque en 1976 durante la dictadura militar.

Brizuela, nacido en nuestra ciudad en 1963, en el barrio de Tolosa, señaló ayer acerca de su obra que "la escribí en estado de inspiración, tenía tanta necesidad de escribirla que no sé si tuve elecciones demasiado conscientes, sólo pensaba en desentrañar esa historia, que iba eligiendo sus modos, sus palabras. Era un tono que la novela misma exigía".