Camba volvió a demostrar que está para grandes cosas

Hubo que esperar casi diez años para que Cambaceres volviera a disfrutar de un presente futbolístico tan exitoso como éste. Y no es casual que después de tantas pálidas, el Rojo recuperara aquel protagonismo que supo tener en algún momento.

De la mano de la unidad absoluta del grupo y del aporte de un técnico como Cristian Aldirico que sabe lo que quiere, Camba no solo se sacó de encima al fantasma del descenso, sino que además, comienza a mirar con otros ojos la chance de ingresar al torneo Reducido, a cinco fechas del final.

Ayer, con otra actuación que rozó la perfección, el Rojo sacó adelante un partido vibrante y emotivo por donde se lo mire. Y con una tarde inspirada de la dupla Valenti-Colombano, se impuso a Luján por 3-2, partido que tuvo como escenario la cancha de Talleres de Remedios de Escalada (Camba hizo las veces de local) y se jugó a puertas cerradas.

Además de este triunfo (suma 47 puntos y quedó a uno de superar la campaña de la temporada 2009/10), el equipo de Ensenada lleva diez encuentros sin conocer la derrota, con siete victorias (las últimas tres de manera consecutivas) y tres empates. Y como si eso fuera poco, cosechó 24 puntos de los últimos 30. Imparable...

Cambaceres basó su nueva victoria en el trabajo colectivo y también, en varios puntos altos, en cuanto a lo individual. Sergio Valenti, que marcó la primera conquista con una espectacular "chilena", y también la última, fue el jugador más importante de la tarde. También merece un párrafo aparte la gran actuación de Eloy Colombano, un futbolista distinto, que marca sobradas diferencias cuando muestra todo su repertorio.

Pero más allá de las individualidades, Cambaceres se destaca por ser un equipo sólido, equilibrado y estructurado. Si bien en los últimos dos cotejos exhibió algunas grietas en defensa (le señalaron cuatro tantos), no deja de ser peligroso y contundente para cualquiera.

Y ayer Luján, que resignó un invicto de siete fechas y además, continúa en zona de promoción, lo sufrió en carne propia. Dos veces alcanzó la igualdad, pero no pudo aguantar los últimos quince minutos, donde Camba apretó el acelerador y resolvió la cuestión cuando se lo propuso.

El Rojo está enchufadísimo. Pese a que le deben dos meses de sueldo (la comisión trabaja para solucionar tema en los próximos días), los jugadores siguen adelante. Le ponen el pecho a las balas y están haciendo historia en un equipo que pide a gritos la clasificación.