Otros análisis del fin de semana

El anuncio sobre YPF domina los comentarios políticos del domingo de los diarios porteños. Aquí, un resumen.

Joaquín Morales Solá (LA NACION)

En su lucha cuesta abajo con las encuestas Cristina Kirchner necesitaba "del teatro heroico que le gusta cultivar" para no elegir una compra acordada de YPF a Repsol, que era posible, pero que "le hubiera amputado a la operación el trazo épico y el aspecto guerrero", dice Morales Solá. A cambio de poco, la Presidenta "metió al país en la peor crisis internacional desde la guerra con la OTAN por las Malvinas y desde el campanante default". La mayoría de los países latinoamericanos avisó al mundo que no son como Cristina "o, lo que es peor, como la Argentina". Y la Presidenta se reunió con Obama 48 horas antes de la estatización de YPF pero no le avisó. "Obama debió sentirse defraudado". Varias empresas y bancos internacionales radicados acá "no enviarán dinero para nuevas inversiones". Añade que el Gobierno "confiscó en los hechos una empresa privada, un acto prohibido claramente por la Constitución".

Mario Wainfeld (PAGINA 12)

La estatización de YPF será apoyada por alrededor del 80% de los legisladores, sostiene Wainfeld que, luego, defiende la constitucionalidad de la medida. Los españoles, agrega, "saben que la expropiación es lícita, aunque no lo reconocen de modo expreso. Buscan descalificar la jugada en base a hechos ulteriores: el pago supuestamente vil o la intervención inmediata a la empresa". Analiza luego las posibles contramedidas del gobierno español y la repercusión de la medida en los gobiernos de América y Europa. "El acompañamiento de Brasil es sobrio, vibrante el de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Venezuela. Es consabido, esos países no son "el mundo", afirma. Asegura que hay incentivos para que otras empresas vengan a la Argentina. "Tomarán sus recaudos bajo la nueva luz, más vale. Así las cosas, es verosímil que quienes se atrevan serán corporaciones con espaldas anchas. Las de China, por caso".

Eduardo Van Der Kooy (CLARIN)

"Un arrebato que esconde problemas", es el titulo de la nota de Van Der Kooy. La expropiación de YPF decidida por Cristina desnuda la magnitud de la crisis energética que detonó el Gobierno, agrega. Aunque ningún argentino podría renunciar a la soberanía petrolera -como tampoco a la de Malvinas- lo que interesa saber es si el Gobierno no podría haber elegido un camino más adecuado. Menciona y estudia lo que califica como cuatro disrupciones argentinas en el plano internacional: la guerra de Malvinas, el default, la reestructuración de la deuda externa con un 75% de quita y ahora la expropiación de YPF. "En paréntesis permanece el escándalo que involucra a Boudou. También parece insonora la investigación de la tragedia ferroviaria en Once. Asoma de nuevo el caso Schoklender-Bonafini. Las inconsistencias económicas se agudizan y complican a Moreno. Ni bien el impacto político de la expropiación pierda vigor, esos conflictos volverán sobre Cristina", sentencia.

Mariano Grondona (LA NACION)

Cristina Kirchner venía cayendo en las encuestas por tres factores: el accidente del Once, el escándalo Boudou-Ciccone y el enfriamiento de la economía. Los índices de popularidad venían bajando cuatro puntos por mes. ¿Qué hizo Cristina?, se pregunta Grondona. Trato de pasarle el fardo del transporte a Macri, reemplazo a Boudou por Kicillof en el favoritismo presidencial y abrió por ultimo el audaz gambito de la expropiación de YPF. En una verdadera República podrían haberse esperado contramedidas del Poder Legislativo y Judicial. Pero el Congreso ha vuelto a convertirse en una "escribanía" de la voluntad presidencial y si bien todavía quedan algunos jueces y fiscales dignos, los fallos de la Corte Suprema se hacen esperar ad infinitud, añade. En tren de comparaciones, podría medirse el poder de Cristina con el de Hugo Chávez, aunque este es más en cuanto a abusos de poder, concluye.

Sergio Crivelli (LA PRENSA)

"La única soberanía irrenunciable es la de la caja", considera el columnista sobre la decisión sobre YPF. "La recuperación de la `soberanía energética` servirá para el discurso de `la Cámpora`, pero para no mucho más", agrega. Luego dice que "a nadie que no sea un militante K se le escapa que la ofensiva sobre la empresa más grande del país fue producto de las dificultades fiscales y cambiarias antes que de la ideología anticapitalista. Y eso no es una inferencia. Fue el propio viceministro Axel Kicillof quien lo dijo con todas las letras en el Congreso". Tras cuestionar a la oposición, en su mayoría por acompañar el proyecto, refiere que entre los empresarios se preguntan: "¿quién será el próximo?"