Gorina, de fiesta por sus 89 años

Gorina cumple hoy 89 años. El aniversario de la localidad se conmemora cada 2 de junio por ser la fecha en que, en 1923, el poder Ejecutivo aceptó la donación de 14 hectáreas por parte de Joaquín Gorina. Los terrenos se destinaron a la construcción de la estación y las vías del ferrocarril.

Haciendo un poco de historia, hay que recordar que a principios de este siglo Percival Bell vendió parte de la "Estancia Grande", que había heredado de Jorge Bell, y dio origen así a las distintas poblaciones de la región. En 1914 se loteó lo que en la actualidad es City Bell, y el 12 de diciembre de 1916 se vendió a Joaquín Gorina otra parte de las tierras, que luego se llamarían haras "La Lula", en honor a su esposa Luisa.

Cuando en 1923 se decidió la construcción de un ferrocarril provincial que uniera La Plata con Avellaneda, las tierras ya pertenecían a Joaquín Gorina, que las cedió -como se dijo- a los responsables del nuevo emprendimiento con la condición de que la obra llevara su nombre.

Los primeros fraccionamientos fueron sucedidos por otros. En 1925, Joaquín Gorina vendió a Adolfo Mitre el que desde ese momento fue el haras "El Argentino", y en 1936 vendió a Julián Socas las tierras que pasaron a ser el haras "La Lula", donde años más tarde se asentó la población que actualmente rodea a la vieja estación de trenes.

Por aquellos años, una inundación había afectado a la zona de Hudson y 35 familias italianas que se dedicaban a la horticultura tomaron la decisión mudarse a esas parcelas.

ACTIVIDAD ECONOMICA

Desde entonces, la horticultura es una de las actividades tradicionales de las familias de la zona.

En las tierras de lo fue el haras "El Argentino" funcionó el laboratorio "Estrona", Guzmán Sansona y José Ferrari. Luego, las instalaciones fueron alquiladas por la fábrica Armour y más tarde albergaron una fábrica textil.

Otro centro de producción famoso en el pueblo de Gorina fue la calera, que en sus principios perteneció a una familia de origen alemán.

Pero casi todos los habitantes coinciden en destacar la eliminación del tren como un hecho crucial que detuvo la expansión del pueblo, ya que a partir de julio de 1977 su principal conexión con el resto de los núcleos urbanos se limita a las calles Lacroze y Mitre.

Desde ese año hasta mediados de la década del '80 la estación de trenes permaneció abandonada. A través del trabajo de los vecinos, que querían recuperar aquel lugar, el 12 de julio de 1986 se inauguró la plaza de la Paz, ubicada frente al edificio de la vieja estación que pasó a ser sede del Centro Comunitario Gorina. A su vez, los vecinos consiguieron que en 1996 la estación fuera declarada patrimonio histórico.