Estuvo 2 años preso para defender a su hijo en una causa por drogas

Un acusado por el delito de tenencia de drogas para su venta fue liberado -por el beneficio de la duda- en juicio oral luego de estar dos años preso, bajo sospecha de haber sido él quien le colocó en el pantalón la droga a su hijo, cuando la Policía entró a su casa, en Berisso.

En el fallo, dado a conocer ayer y, dictado por el juez Claudio Bernard, del Tribunal II de La Plata, se dio por acreditado que en una casa de 163, entre 20 y 21, “al menos desde el 28 de octubre de 2010, un hombre comercializaba estupefacientes”.

También que “el 4 de noviembre de ese año, cerca de las 18, la Policía allanó la casa y encontró, al requisar a una persona que estaba en el interior, luego identificada como el hijo del dueño de la vivienda, 21 envoltorios, con un peso total de 9 gramos de cocaína”.

En la etapa de instrucción se ordenó la detención de ambos, pero el hijo recuperó la libertad al mes, al hacerse lugar a un hábeas corpus en la Cámara Penal.

El acusado Juan Eduardo Gómez (50) durante la investigación previa al juicio se mantuvo en silencio, tal vez para proteger a su hijo, pero cuando este último volvió caer preso por otra causa igual, cambió de postura.

En el juicio negó haber sido quien colocó la droga en el bolsillo a su hijo Milton (25) y cargó en su contra, al explicar que no encontraron en su casa durante ese procedimiento ningún elemento prohibido.

También aseguró que la droga estaba en poder de Milton, que éste se dedicaba a la venta de droga, que por ello tenía fuertes discusiones familiares.

La fiscal de Juicio Helena de la Cruz acusó a Juan Gómez, al tomar en cuenta los relatos de su hijo (que será juzgado próximamente por el mismo hecho) y la concubina de este, Lia Petraglia, quienes explicaron que los 21 envoltorios había sido colocados por el padre “en el bolsillo trasero de su pantalón”.

Por su parte, el abogado defensor Pablo Harguindegui planteó en el debate que Juan Gómez es inocente, que no podía dictarse una condena en base a un solo testigo.

En el fallo del juicio, el doctor Bernard, que actuó como juez unipersonal, se inclinó por la postura defensista, absolvió de culpa y cargo al acusado y ordenó su libertad.

El magistrado calificó de “pueril y mendaz” la declaración de la pareja del hijo del imputado, en la que aseguró haber visto cuando le colocaban a su concubino la droga en un bolsillo trasero del pantalón, aunque en el acta policial del secuestro se describió que la droga se halló en el bolsillo delantero izquierdo.

“Resulta poco probable que en una situación, por demás de extremo nerviosismo, el acusado tome 21 envoltorios -que no sabemos de dónde los extrajo- y en plena vía pública -según la versión de la testigo Petraglia-, coloque los mismos en un solo movimiento en el bolsillo de su hijo. Es evidente que esta testigo intentó mejorar la delicada situación procesal de su pareja”, se destacó en el veredicto absolutorio.

El juez Bernard entendió que en el debate se pudo acreditar que en esa casa se vendía droga, pero no surge claramente quién es el autor de esa actividad ilícita.