Se extienden las violentas protestas de musulmanes por la película de Mahoma

EL CAIRO/SANÁ.- Los ataques contra embajadas de EE UU en el mundo musulmán se extendieron ayer a otros países, con un asalto a la sede diplomática en Yemen, mientras prosiguen en Egipto las protestas contra la película sobre Mahoma “La Inocencia de los Musulmanes”, considerada blasfema, en una jornada que dejó cuatro muertos y más de doscientos heridos. El filme en cuestión se refiere a la vida de Mahoma, del que se burla, toca temas como la homosexualidad y la pedofilia y presenta a los musulmanes como inmorales y gratuitamente violentos.

Los sucesos más graves ocurrieron en Saná (capital de Yemen), cuando los manifestantes consiguieron irrumpir brevemente en el interior del complejo de la embajada, donde quemaron varios vehículos diplomáticos. Los atacantes sólo alcanzaron el patio del recinto y no lograron entrar en ninguno de los edificios del complejo, donde se ubica la residencia del embajador.

Tras varios disparos al aire de los marines de la embajada y la actuación de los antidisturbios yemeníes, los manifestantes fueron expulsados del edificio diplomático, pero se quedaron en las inmediaciones, donde se enfrentaron a las fuerzas del orden. Durante esos choques, al menos cuatro personas murieron y más de 20 resultaron heridas, según fuentes médicas, que destacaron que las víctimas presentaban heridas de balas y de esquirlas.

El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, no tardó en reaccionar para condenar este ataque y advirtió contra los planes que quieren perjudicar los lazos de su país con EE UU, por parte de “fuerzas sionistas que tienen objetivos a largo plazo, sobre todo, los que produjeron y difundieron el vídeo que insulta al profeta Mahoma”.

En tanto, en El Cairo (Egipto), más de doscientas personas resultaron heridas en choques entre manifestantes y policías en las proximidades de la embajada de estadounidense. Centenares de jóvenes lanzaron piedras y cócteles molotov contra los agentes antidisturbios egipcios, desplegados en el centro de la capital, mientras los agentes respondían con gases lacrimógenos para impedir su avance a la embajada.

Uno de los manifestantes, Islam Salah, de 21 años, afirmó que protestaba contra “la película que insulta al profeta Mahoma” y para pedir la expulsión de la embajadora estadounidense y el cierre de la sede diplomática. Otro joven que participaba en los choques, Said al Maragui, apuntó que llevaba tres días manifestándose para defender su religión. “En la protesta no hay solo salafistas (musulmanes rigoristas), sino todo tipo de musulmanes”, aseguró Al Maragui, que se protegía de los gases lacrimógenos con una mascarilla.

El martes, miles de personas, en su mayoría islamistas, se congregaron frente a la embajada en protesta por el citado vídeo, y algunos jóvenes lograron escalar el muro del complejo y retirar la bandera estadounidense.

Tras estos actos, se mantuvo un acampe en las cercanías de la sede diplomática que ayer fue desalojada por los agentes antidisturbios, lo que degeneró en choques entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.

En un discurso grabado en Bruselas y emitido por la televisión estatal, el presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, de visita en Bélgica, rechazó “cualquier agresión” contra el profeta y deploró el ataque armado del martes contra el consulado de EE UU en Benghasi (Libia), donde falleció el embajador Chris Stevens y otros tres norteamericanos.

Egipto y Yemen no fueron los únicos países musulmanes donde se registraron protestas por el vídeo, supuestamente producido en EE UU y cuya autoría se le atribuye ahora a un copto (cristiano egipcio) llamado Nakula Basseley (55). También hubo manifestaciones en Irak, Sudán, Líbano, Túnez e Irán, entre otros.

SIGUEN LAS CONDENAS

Las reacciones de condena tanto al vídeo como a los ataques contra los edificios diplomáticos estadounidenses se han sucedido en la región. La más contundente fue la del secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, que pidió a Washington adoptar “una posición firme contra los responsables de la producción del vídeo que ofende al profeta del islam”.

En un comunicado, Al Arabi destacó que “acciones como ésa suscitan la discordia, ofenden a las religiones e instigan al conflicto entre culturas y civilizaciones”. Para hoy hay convocadas varias protestas en la región, varias de ellas nuevamente en Egipto y Yemen.