Son muchos los pasos que nuestra ciudad debe dar en defensa de los celíacos

La celiaquía es una enfermedad autoinmune que en nuestro país afecta a una de cada algo más de 100 personas -causada por la exposición al gluten, una proteína vegetal presente en el trigo, la avena, el centeno y la cebada-, cuyos pacientes deben seguir rigurosos tratamientos y atenerse a menús estrictos, bajo pena de correr riesgos de salud muy severos en caso de incumplir con esas y otras recomendaciones médicas.

Sin embargo, son muchos los pasos que la sociedad debe dar en defensa de los celíacos. Así, recientemente, la Asociación Celíaca Argentina volvió a la carga para reclamar por la sanción en nuestra ciudad de una ordenanza que promueva los menús libres de gluten en restaurantes y otros locales gastronómicos. Desde esa entidad, que es pionera en la lucha por los derechos de las personas celícas, se señaló que La Plata ha quedado relegada con respecto a otras ciudades en un importante aspecto que hace a la calidad de vida de quienes padecen esta condición: la escasez de lugares públicos donde puedan acceder a platos aptos para ellos.

Así, miembros de la asociación detallaron que a pesar de que nuestra ciudad se convirtió en 1978 en la sede de la primera asociación celíaca del continente, hoy apenas cuenta con seis restaurantes que ofrecen en sus cartas opciones acordes con las necesidades de los celíacos. Se trata en todos los casos de iniciativas aisladas de sus propietarios, que si bien son muy loables resultan escasas, dijeron.

Es en este contexto que la comunidad celíaca local reimpulsó el pedido de una ordenanza que exija a los locales gastronómicos -en especial aquellos que funcionan en lugares muy transitados, como terminales de transporte, hospitales y dependencias oficiales- contar con menús libres de gluten, de modo tal que los celíacos no queden sometidos a una situación de discriminación.

Otro de los problemas reside en que, de aquellas personas que sufren esta enfermedad, son muy pocas las que lo saben, ya que suele confundirse con otras y hasta pueden no presentar síntomas evidentes. Pero sí se conoce que es muy peligrosa, al punto de que de no tratarse en tiempo y forma puede evolucionar en complicaciones muy severas o hasta en la muerte de quienes la padecen. Por consiguiente, la mayor o menor divulgación de la celiaquía, se ve íntimamente relacionada a un mayor conocimiento sobre las características de esta enfermedad y a un mejor comportamiento nutricional de la población.

Por cierto que además de que las autoridades responsables deben atender al justo reclamo que formuló días atrás la entidad médica, en el sentido de resolver la falta de restaurantes con cartas de comidas aptas para celíacos, debieran también profundizarse fiscalizaciones más completas en lo que se refiere a los alimentos envasados, referidas especialmente a la más adecuada información que deben contener las etiquetas.

Resulta, cuanto menos, paradójico que se pueda incurrir en omisiones de esta naturaleza, ciertamente discriminatorias con buena parte de las personas, sin olvidar que también se incumple con el propósito social de avanzar en políticas preventivas y en la búsqueda de una población más fuerte y mejor alimentada.