Iliana Calabró trae su unipersonal a la Ciudad

En un presente artístico con menos estridencias, la actriz y vedette Iliana Calabró llegará a La Plata para presentar, el viernes a las 21.30 en La Nonna, 47 esquina 3, “Mi hijo, mi mamá y mi cocina”, el unipersonal en la que la sensual morocha se saca las plumas para ponerse en la piel de una mujer en plena crisis que sufre las consecuencias de un traumático divorcio.

Con libros del ex MiDaChi, Darío “El Chino” Volpato, esta obra, que tuvo un excelente paso por la cartelera porteña, aborda la historia de Gloria, una mujer de cuatro décadas que necesita rearmarse luego de su divorcio y comienza a conectar con su hijo, su cocina y su madre de una manera distinta.

“La historia propone un paseo emocional por toda la vida de Gloria, con el objetivo de que el espectador se identifique y reflexione acerca de las etapas que algunos eligen sortear o que muchas veces, por evitar el dolor, muchos escogemos no atravesar”, remarcó la actriz sobre la puesta y agregó: “La idea es mutar de estados para invitar al espectador a pasar de la risa a la saturación, de la bronca al llanto, porque básicamente apostamos a tocar fibras muy vinculadas a las emociones, a los fracasos, a esa cosa que es muy universal y que, por eso, nos alcanza a todos”.

Consultada en relación a esta nueva faceta artística, Iliana destacó su deseo de incursionar por otros rubros. “La propuesta me sedujo como actriz porque si bien hago uso y abuso de un personaje que aparece en la tele porque sé que a la gente le gusta, necesitaba poder adentrarme en una cosa diferente”.

En esta misma línea, agregó que “poder recorrer lugares y géneros es lo más lindo, es como que uno se enriquece de las experiencias y este desafío era algo que me debía”.

Por último, la hija mayor del legendario comediante Juan Carlos Calabró, reflexionó que “a veces uno, en función del gusto popular, porque uno vive de eso, se vuelve miedoso a los cambios. Pero esta es una linda transición porque sin perder el tono de comedia, que es una constante, me permite movilizar al espectador desde otro lugar, no solamente desde un costado tan frívolo porque invita a reflexionar con el recorrido que hace mi personaje”.