Rugby en tiempos violentos

ENTREVISTA
Por MARTIN CABRERA

Jerusalén. Jueves 22 de noviembre, 18 horas en Argentina, las 23 en Medio Oriente. Está templado. En ese lugar donde llueve poco y siempre hay sol, está nublado. Después de algunos días de tensión hay calma. No es Miami, pero tampoco lo que fue hace unos días. Los ataques con misiles entre palestinos e israelíes se detuvieron.

Allí, en el corazón de esa ciudad y en medio de un conflicto que en estas latitudes resulta complejo de entender, se encuentra el platense Martín Chielli, entrenador, ex jugador e hijo de Guillermo Chielli, el actual presidente de Albatros Rugby Club.

¿Qué hace este platense en ese lugar justo en este momento? Lo explica su padre: “ Tanto Martín como yo pertenecemos, desde hace unos años, a Rugby sin Fronteras, una ONG solidaria, inclusiva y social que pretende, a través del rugby, llevar un mensaje de paz y transmitir valores. Con ellos viajó para hacer un partido de rugby entre palestinos e israelíes” .

Rugby sin Fronteras planificó hace seis meses este viaje, tal como lo había hecho en Malvinas, el Valle de las Lágrimas donde cayó el avión de los rugbiers uruguayos y Sudáfrica (estuvieron con Mandela en la cárcel donde estuvo detenido).

En ese momento no se hablaba de guerra ni había muerto ningún líder. Pero a mediados de noviembre, antes de tomarse el avión, se empezó hablar de lo peor y algunos desertaron. De 20 que viajaban fueron 9.

En Israel el grupo llevó adelante clínicas de rugby y charlas en escuelas, clubes y en embajadas. Con los valores del rugby y la paz como bandera, los argentinos recorrieron ciudades y lugares. Allí los sorprendió una guerra cruel.

“Se fueron el 16 de noviembre, casi en simultáneo con el comienzo de los bombardeos. No le dije nada, porque también hubiese querido ir. Somos de una familia de militantes y Rugby sin Fronteras pregona lo mismo que hacemos nosotros en Albatros” , aportó Guillermo Chielli.

“PAZ EN ESTE MUNDO DE LOCOS”

Del otro lado del planeta, computadora mediante, Martín Chielli habló con este medio y compartió sus emociones en la previa de un evento que promete ser inolvidable: un scrum simbólico y una clínica de rugby para chicos palestinos e israelíes, en una localidad cercana a la Franja de Gaza (barrio Katamon, en la escuela Keshet, ubicada en la calle Iosi Ben Iober), ya que el ejército no los autorizó a cruzar.

“Estamos viviendo cosas únicas. Por ejemplo desde el deporte transmitir valores, contarles nuestras experiencias. Llevamos un mensaje de paz en este mundo de locos” , escribió.

En relación al evento de hoy, explicó: “La idea es hacer varias cosas, entre ellas armar un partido, clínica entre chicos palestinos e israelíes, y terminar el evento con un scrum gigante empujando por la paz” .

-¿Quiénes van a asistir?

-Niños de los dos lados y los embajadores argentinos en Palestina e Israel. Y gente en general.

-¿Qué les dicen por allá?

-Nos miran raro. Acá están en guerra desde hace años, pero la mayoría no quiere más esto. Nos dan todo su apoyo, invitamos a la gente por la calle y nos ponemos a jugar en cualquier lado.

-¿Qué te impactó?

-Ver cómo viven la guerra de ambos lados. Estuvimos en Palestina y es muy triste ver cómo una cuidad como Jerusalén está dividida por un muro. Eso es muy fuerte.

-¿Tuvieron miedo?

- No, porque en Israel te trasmiten mucha seguridad. Tiene un sistema de defensa de última generación. Interceptan misiles en el aire. El primer día estábamos desayunando en Tel Aviv y sonó la alarma. Tuvimos que salir corriendo a un refugio. Lo loco de esto es que ellos conviven con esto todos los días. Ojalá que mañana (por hoy) salga todo bien. De nuestro lado tenemos las mejores intenciones y el deseo que sirva para empezar a cambiar esta realidad.