Un barrio en alerta por vuelco de transformador

“Estamos preocupados; esto puede ser una bomba de tiempo para la salud de todos”. Mirando el pavimento impregnado en aceite, tras el derrame que se produjo el lunes pasado por la tarde, los vecinos de 71 entre 124 y 125 revelan su ansiedad por conocer los inminentes resultados de un análisis de laboratorio clave: el que realiza la cartera ambiental bonaerense para determinar si el fluido que escapó de un viejo transformador en desuso, destrozado cuando lo manipulaba uno de los frentistas, contiene algún porcentaje de PCB, químico de altísima toxicidad.

El episodio que tiene en vilo a parte de la localidad berissense de Villa Progreso se desencadenó pasadas las 18, cuando un particular, aparentemente de profesión electricista, intentaba al comando de una pala mecánica cargar en una camioneta el pesado aparato que tenía arrumbado en el jardín de su vivienda desde hacía un mes. La operación salió mal, el equipo se estrelló contra el piso, y todo el aceite que contenía como refrigerante se esparció en cuestión de segundos sobre sesenta metros de calzada, de las calles 71 y 125.

“Muchos le estábamos pidiendo que lo sacara desde hace un mes, cuando lo trajo de una fábrica para reducirlo y lo puso a la intemperie, a la vista de todos, arriba de un pallet de madera” recordó Carlos Frías, quien vive a metros del lugar del incidente: “pero eligió la peor manera. Es vecino de la cuadra hace treinta años, y la verdad, no sabemos qué se le cruzó para hacer algo así. Ahora no sabemos qué va a pasar con el paso del tiempo, con los nenes que pisaron el lugar descalzos, las lluvias y la evaporación”.

En cuestión de minutos, una dotación de Bomberos Voluntarios de Berisso llegó al lugar para vallarlo y limitar el vuelco. Poco después, hicieron lo propio efectivos de la dirección de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas de la Policía, especialistas del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) -que tomaron muestras de la sustancia- y personal de Defensa Civil. El operativo duró hasta las 3 de la madrugada, y las tareas complementarias hasta ayer por la tarde. Tres tambores de 200 litros se retiraron llenos de material absorbente empapado en aceite, y se labraron actuaciones en la seccional 4a de Villa Argüello.

Roberto Scafati, subcomandante de Bomberos, aclaró que “se trabajó como si hubiera PCB por el modelo y las características del equipo eléctrico, y porque respetar los protocolos implica presumir lo peor y actuar en consecuencia para evitar cualquier contaminación; creemos que el peligro se minimizó, por la respuesta rápida y porque este compuesto a menos de 60 grados no se evapora, pero la última palabra la tendrán los chequeos del OPDS”.

De acuerdo con el informe de la división policial de Delitos Ambientales, el transformador llegó a Villa Progreso desde una planta de radiografía industrial y tratamientos térmicos ubicada en Montevideo y Portada, cerca del Puerto de Berisso, cuyos propietarios “tercerizaron” su disposición final.

El lunes, después del derrame, su responsable trasladó los restos del aparato a un galpón vial de 72 y 128, pero tras la intervención de las fuerzas de seguridad fueron reubicados y confinados en las instalaciones de una empresa que cuenta con depósitos habilitados para residuos peligrosos, en la calle Nueva York entre Marsella y Valparaíso.

Según la Organización Mundial de la Salud, la exposición a bifenilos policlorados o PCBs, por su sigla en inglés, está asociada con casos de leucemia y cáncer. En nuestro medio, la ley 25.670 dictaminó hace diez años que los aparatos con ese químico debían ser erradicados o descontaminados antes de 2010.

Durante la jornada de ayer, personal de Prevención Ecológica a cargo del comisario Fabián Vizcaíno, encaró la remediación final de canteros, veredas y pavimento en la zona afectada.