Médicos y padres en otro emotivo abrazo por la salud de los chicos

PADRES DE PACIENTES, MÉDICOS Y ENFERMEROS VOLVIERON A PROTAGONIZAR OTRO EMOTIVO ABRAZO AL SOR MARÍA LUDOVICA

Médicos, enfermeros y padres de pacientes del Hospital de Niños volvieron ayer a movilizarse para realizar un “abrazo solidario” al edificio, en reclamo de que se atienda lo que caracterizaron como un conjunto de deficiencias de “mantenimiento, insumos y tecnología” que resienten la calidad de atención de los chicos.

La convocatoria, organizada por la Asociación de Profesionales del centro asistencial de Parque Saavedra, es la segunda en lo que va del año. “A pesar de que el ministerio de Salud repuso algunos insumos básicos, no tenemos stock y estamos registrando faltantes de distintos elementos esenciales desde hace tiempo”, señaló el delegado gremial de la CICOP, Pedro Gómez. Según se explicó, las carencias abarcan desde catéteres y jeringas hasta el papel indispensable para escribir una nota o prescripción y las válvulas para neurocirugía.

“Hemos estado con sólo tres jeringas en todo el hospital”, sintetizó Gómez. Los profesionales subrayaron que si bien los hospitales bonaerenses sufren desde hace meses los efectos de una crisis, en el “Sor María Ludovica” nunca se había llegado a tanto. Y destacaron que el ingreso de nuevos enfermeros, semanas atrás, fue sólo un paliativo que no alcanzó para solucionar los problemas de fondo.

“Siguen faltando cirujanos pediátricos y sólo hay cinco anestesistas generales para todo el hospital, mientras que otros dos se ocupan únicamente de la cirugía cardiovascular”, contó Pedro Gómez, y advirtió que “mientras nos aseguran que están acordando un convenio para el ingreso de profesionales, hace seis meses que en el hospital no se realizan transplantes renales por la falta de estos especialistas”.

El Hospital de Niños cuenta con 300 camas de internación y atiende diariamente, entre dependencias como la guardia, los consultorios externos y los servicios especializados, entre 500 y 600 chicos que llegan desde toda la Provincia al máximo eslabón de complejidad en materia de salud pública.

NEUROLOGIA, UN CASO TESTIGo

Como botón de muestra del funcionamiento actual del hospital, su comunidad señala el servicio de Neurología, que carece de una herramienta básica como es el equipo que permite practicar resonancias magnéticas.

Nicolás Sarisjulis, jefe del área, recuerda que el hospital “nunca contó con resonador”, y que se derivaba a los pacientes que requerían el estudio -en general, casos de epilepsia o accidentes cerebrovasculares- al Hospital San Martín o institutos privados.

“La prestación con clínicas privadas se cortó y la derivación al hospital San Martín también, porque en ese caso el equipo no funciona desde hace un año” cuentan en Neurología: “en un momento del año pasado se realizaron derivaciones al hospital Fiorito de Avellaneda, pero terminó desbordado y dejaron de hacerse. Desde octubre no hay resonancias para los pacientes.

“La situación ha sido informada a las autoridades, pero no hay solución y el problema persiste, creando un dilema legal y moral en nuestro trabajo”, explica Sarisjulis: “si no lo solucionamos nosotros, que somos referencia en alta complejidad, ¿dónde vamos a derivar ?”.

COLECTAS DESESPERADAS

En el “Sor María Ludovica” reconocen que muchos de los casos se terminan resolviendo con llamados a la solidaridad, ya que una resonancia cuesta actualmente entre 1.500 y 3.000 pesos.