“Fue un evento tan extremo que hizo imposible evitar sus daños”

Fue el diluvio más grande desde que se toman registros pluviométricos en nuestra ciudad. En el registro del Observatorio Meteorológico ubicado en el aeropuerto platense, se midieron 181 milímetros de lluvia caída entre las 9 del martes y las 9 de ayer, y eso de por sí ya fue récord histórico. Pero hubo más, porque se trató de un fenómeno parcial, ya que en otros sectores se midieron más de 200 milímetros. Este récord histórico se trató de un fenómeno que fue ponderado por los expertos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) como “verdaderamente extremo”, mientras que otras fuentes llevaron ese registro a 320 milímetros.

“Fue algo nunca visto antes en la ciudad de La Plata -explicó José Luis Stella, climatólogo del SMN- se supo antes, pero el carácter extremo del evento hace casi imposible evitar daños. Los 181 milímetros fueron récord, pero en localidades aledañas la marca superó los 200”.

Según destacaron los especialistas del SMN, el evento se debió al desplazamiento “lentísimo” de un sistema de baja presión sobre nuestra zona.

“Teníamos un sistema de baja presión en altura desplazándose muy lento y otro sistema de alta presión en superficie con vientos del este -explicó Silvia Gómez, pronosticadora del SMN- lo que mantuvo una fuente de energía de vapor generada por el río asociada al fenómeno”.

“El registro fue histórico porque nunca antes había caído tanta agua en 24 horas en La Plata. La marca máxima había sido de 155 milímetros, el 14 de mayo de 1980”, sostuvo el climatólogo Stella.

ANTES Y DESPUES

Durante las 24 horas anteriores a la precipitación récord, en nuestra ciudad sólo habían caído 15 milímetros, según se detalló desde el Servicio Meteorológico.

“Los 181 milímetros -explicó Stella- corresponden al aeropuerto de La Plata, donde está ubicado el Observatorio, pero eso no quita que en otros sectores se hayan registrado marcas mayores a los 200 milímetros”.

“Desde Semana Santa -destacó el climatólogo- el SMN tenía pronósticos de lluvias, pero la magnitud del fenómeno impidió que se evitaran los daños que hoy estamos lamentando. Con semejante cantidad de agua caída, de ninguna manera se pudo haber evitado el daño sufrido”.

Por su parte, para el ingeniero hidrólogo Pablo Romanazzi, “la recurrencia y los dos picos de intensa lluvia generaron semejante inundación. Cualquier obra que se hubiera realizado no hubiera evitado semejante panorama”.

Integrante del departamento de Hidrología de la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, el profesional remarcó que “la persistente lluvia copiosa durante casi tres horas y los dos picos que hubo en la tarde y la noche del martes hicieron imposible que la Ciudad aguante semejante aguacero”.

El ingeniero Romanazzi también dijo que “a los arroyos hay que devolverle el territorio que tienen naturalmente, y despejar de toda construcción urbana los laterales de cada curso de agua”.

“Hace cuatro años se hizo un estudio y propuesta de obras para el arroyo El Gato. Son millones que hay que invertir. De todos modos, aunque se hubieran hecho, semejante tormenta súper extraordinaria no hubiera sido contenida. El doble pico de lluvia fue realmente devastador para la Ciudad”.

EVENTOS EXTREMOS

A modo de comparación, antes que llegara la terrible tormenta a nuestra ciudad, sobre la capital federal habían caído 159 milímetros de agua, cifra que sin embargo allí no fue récord, ya que hubo otras que la superaron, y la mayor de ellas ocurrió el 27 de febrero de 1930, con 194 milímetros.

Para los especialistas, “sin duda desde el año 2000 ha llovido con mayor frecuencia en el norte, litoral y centro de Argentina, pero a diferencia de las temperaturas, no se puede adjudicar el fenómeno al calentamiento del planeta.

“Las lluvias -afirmó Stella- no dependen sólo del calentamiento. Hay mucha variabilidad estacional y espacial. Esto es que dependen del lugar y de la estación del año en que ocurren”.

“Por ejemplo en la localidad bonaerense de San Miguel -agregó- en el mismo día se midieron 48 milímetros, mientras que en San Fernando, en el mismo período, pasó los 180, y estamos hablando de escasos 20 kilómetros entre un partido y el otro”.

Los especialistas sostienen que el año pasado, desde la segunda mitad de 2012, el promedio de lluvias creció significativamente, “pero no podemos hablar de tendencia sino de eventos extremos, tal como ocurrió en 1985 con la recordada inundación provocada por la caída de 300 milímetros en sólo dos días”, dijo Stella.