“La gente se agarraba de las paredes para que no se las llevara el agua”

“Esto es un caos total, jamás viví una cosa así. Uno siempre mira por televisión que pasan estas cosas pero nunca estás preparado para que te toque a vos. El agua siempre llega al límite pero esta vez subió más de un metro y medio. La gente se agarraba de las paredes para que no se las llevara el agua”, aseguró ayer Gustavo Paz, dueño de una vinoteca en 13 y 41.

Desde esa esquina, próxima a Plaza Belgrano, una de las zonas más castigadas y en las que también se encontraron varios cadáveres en la calle, el platense fue testigo del feroz azote que el temporal causó pero nunca imaginó que terminaría en una catástrofe de las dimensiones registradas.

Por las pérdidas materiales de su comercio, Gustavo tardará al menos dos semanas en volver a abrir pero, ante tanta desgracia, agradece el hecho de estar vivo. “Mucha gente no tuvo la misma suerte”, se consoló.