Tierra codiciada y cocineros desabridos

ESCENA DEL FILME “TITANES DEL PACÍFICO”, GRANDES EFECTOS Y UNA NUEVA HISTORIA APOCALÍPTICA, EN ESTE CASO, BAJO LA DIRECCIÓN DE GUILLERMO DEL TORO

Por alejandro castañeda

Malos días para la Tierra, al menos eso es lo que trae una cartelera cinematográfica que en estos días no se cansan de ofrecer, en tridimensión y con todos los chiches, peligros de variada procedencia y calibre que vienen por todo. Los títulos que más público convocan lo confirman. A los villanos y maldades ya conocidos, hay que sumarles una oferta poblada de efectos especiales y derrumbes. Esta semana llegó “Titanes del Pacífico”, una que nos viene a a decir que dentro de poco todo esto va a estar pendiente de una lucha feroz entre robots y los invasores, un pronóstico más para los hombres, a quienes desde hace años la ciencia ficción le viene anticipando un final que -por suerte- se demora en llegar.

Impecable en su factura, pero sin aportar nada nuevo. En el fondo, todas se parecen y todas se diferencian. Con más o menos inspiración, con más o menos hallazgos, el cine de hoy repite sus ingredientes y sus recetas: técnica irreprochable para recordarnos que pende sobre nosotros la espada de Damocles de un futuro que nos acecha con máquinas, invasores, monstruos, zombies y hasta robots pendencieros. Todo es así, aunque la realidad nos diga que lo que realmente nos atemoriza está mucho más cerca y que los vilanos vuelta a vuelta se escapan de los dibujos para infiltrarse en la actualidad.

UNA COMIDA DESABRIDA

EL CHEF.- Uno cree que la comedia francesa de estos días ya ha tocado fondo. Pero no, siempre puede aparecer algo más liviano, más soso y más tonto. “El chef” se aprovecha de la fama que han alcanzado en estos días los cocineros y desde allí propone una serie de enredos con personajes que tratan de ser simpáticos, pero no hay caso. Jacky Bonnot, 32 años, amante de la alta cocina, sueña con triunfar en un gran restaurante. Pero la situación financiera precaria de la pareja le obliga a aceptar unos trabajos de cocinero que ni siquiera consigue conservar. Hasta el día en que se cruza en su camino Alexandre Vauclair, gran chef con estrellas, amenazado en su confortable situación por el grupo financiero propietario de sus restaurantes. Como viene sucediendo, los hombres son todos bobos y ellas, encantadoras. Y así estamos. El film no tiene gracia ni tema ni personajes. (** REGULAR)