La Provincia, obligada a devolver una deuda millonaria al gobierno nacional

Por MARIANO PEREZ DE EULATE

Si no se prorroga una vez más el Programa Federal de Desendeudamiento, el próximo año la provincia de Buenos Aires, al igual que el resto de los distritos, deberá empezar a devolverle al Gobierno nacional una millonaria deuda que podría obligarla a ajustar sus gastos. En el caso bonaerense, el monto de esa acreencia a cancelar es de unos 3.800 millones de pesos, según fuentes de la administración provincial.

Han existido consultas entre gobernadores desde el mismo momento en que el Poder Ejecutivo Nacional envió al Congreso, en septiembre último, el proyecto de Presupuesto 2014. El motivo: en ese texto, que regirá los gastos e ingresos del país durante el año que viene, no figura ninguna prórroga del mencionado plan de desendeudamiento.

Este programa, al que adhirieron la mayoría de los mandatarios, posibilitó que en los últimos tres años las provincias esquivaran la obligación de reintegrar miles de millones de pesos que la Nación les prestó. Fue una suerte de “período de gracia” que les otorgó el Gobierno para desahogar la situación financiera de los distritos.

Se reitera: si no cambia esa situación, el año que viene las arcas nacionales deberían recibir, como mínimo, unos 6 mil millones de pesos provenientes de los distintos tesoros provinciales. Ese dato está perfectamente aclarado en el Presupuesto nacional que acaba de votarse a la velocidad del rayo, bajo el ítem “Recupero de préstamos”.

Una visión, digamos, conspirativa, que está muy extendida en el mundillo político, sostiene que la Casa Rosada no tiene ninguna intención de prolongar el período de gracia otra vez porque busca aprovechar políticamente ese punto débil de los gobernadores. Es que a Cristina Kirchner le quedan dos años de gestión por delante, sin reelección, y con la discusión por su sucesión como principal tema de la agenda. ”Quiere tener cortitos a los gobernadores para mantener el poder todo lo posible”, explica a este diario una fuente que trabaja en el ministerio de Economía de la Nación.

Previsores, los técnicos del gobierno de Daniel Scioli incorporaron esta obligación de pago a la Nación en el proyecto de Presupuesto provincial 2014, por estos días muy discutido en la Legislatura. Figura en la parte que se detallan los “servicios de deuda” para el año que viene, un ítem que en total redondea lo 16.122 millones de pesos. Según la iniciativa que aún no fue aprobada, de esa última cifra se destinarán 4.601,6 millones de pesos a pagar deudas con la Casa Rosada. Como se ve, la gran mayoría de ese monto se usará para abonar la deuda contraída a partir del Programa de Desendeudamiento.

El resto del dinero presupuestado para servicios de deuda se usará para pagarle a organismos multilaterales de crédito (872,6 millones de pesos), tenedores de bonos internacionales (3.130,6 millones), tenedores de bonos nacionales (2.343,3 millones) y otras deudas menores (1.213,4 millones). Además, se prevé emitir Letras del Tesoro Provincial por 3.948,5 millones. La provincia de Scioli incorporó al Programa deudas por 27.806 millones de pesos

Conviene aclarar que estas últimas cifras no son las que están en discusión en la Legislatura sino el pedido de autorización para contraer nueva deuda por 14.551 millones de pesos “a fin de solventar actividades que promuevan planes estratégicos para el desarrollo territorial provincial, y la ejecución de proyectos de inversión pública”.

Este punto es rechazado por buena parte de la oposición, aún cuando el gobierno sciolista argumenta, como punto a su favor, que ese monto representa una disminución de más del 250 % respecto al endeudamiento solicitado el año pasado.

El Programa Federal de Desendeudamiento nació en mayo de 2010, a través del decreto nacional Nº 660/10. El objetivo era reducir la deuda de las provincias con el gobierno central que, por cierto, era muy alta: al momento de la reestructuración se habló de 75 mil millones de pesos.

Esas deudas venían de arrastre de la década del 90 y los desajustes hicieron eclosión en la crisis del 2001 y 2002, cuando las provincias debieron recurrir a endeudamiento bancario, emisión de títulos a tasas muy altas e impresión de cuasimonedas (bonos).

Para decirlo muy sintéticamente, todo eso fue renegociado por el Estado nacional, a través de canjes de deuda bancaria y de títulos públicos por Bonos garantizados por el Tesoro y el rescate de las cuasimonedas que, en la provincia de Buenos Aires, fueron los recordados Patacones.

Si no cambia esa situación, el año que viene las arcas nacionales deberían recibir, como mínimo, unos 6 mil millones de pesos provenientes de los distintos tesoros provinciales

Así, las provincias pasaron a tener como principal acreedor al Estado nacional. En el caso de Buenos Aires, la mitad o más de lo que la Provincia debe se lo adeuda a la Nación. Siempre se dijo que asumir el rol de acreedor central había sido una gran idea de Néstor Kirchner, ávido por construir poder luego de asumir en 2003 con poco más del 20 por ciento de los votos, para tener a raya a los gobernadores del peronismo.

Como sea, en 2010 se creó el Programa de Desendeudamiento que consistió en distribuir el llamado Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), conformado por unas partidas de dinero que solían ir a las provincias pero que la Nación venía reteniendo, y en reprogramar la deuda provincial resultante al 31 de mayo de ese año.

Buenos Aires suscribió el convenio el 23 de junio de 2010 y el decreto provincial Nº 903/10 lo dio por legitimado. Otras 16 provincias se sumaron.

La provincia de Scioli incorporó al Programa deudas por 27.806 millones de pesos. La Nación le descontó de ese monto 4.093 millones de pesos en concepto de ATN que le adeudaba y, así, la deuda a reestructurar se redujo a 23.713,5 millones de pesos. Se hizo un plan de 227 cuotas mensuales para amortizar esa deuda, se eliminó el CER, un coeficiente que se ajusta por inflación, como variable de ajuste de las mismas y se puso como primer mes de vencimiento de la primera cuota enero de 2012. La provincia garantizó todo esto con los fondos de la Coparticipación de impuestos.

A fines de 2011, meses antes de que se cumpliera ese primer período de gracia, se celebró un nuevo convenio prorrogando el original. Se achicó la cantidad de cuotas mensuales a 204, pagaderas desde enero de 2014. Fue un nuevo plazo de gracia, que vence justamente el 31 de diciembre de este año.

La provincia de Scioli incorporó al Programa deudas por 27.806 millones de pesos

Así, luego de todas estas idas y venidas, se verifica que Buenos Aires resultó la más beneficiada en términos reales como consecuencia de su mayor participación relativa en el total de deuda refinanciada. En números: los estudios de las consultoras privadas coinciden en señalar que el ahorro para las provincias que participan del programa en los años 2010, 2011, 2012 y 2013 fue -números más, números menos- de entre 30 mil y 34 mil millones de pesos.

De ese monto, más de 13 mil millones corresponden a Buenos Aires, a razón de un poco más de 3 mil millones por año. Es decir: esas últimas cifras representan al alivio fiscal que logró el gobierno provincial por adherir al Programa Federal de Desendeudamiento. Ilustran, además, la importancia que tendrá para el primer distrito del país la decisión del gobierno nacional de continuar o no con el periodo de gracia.