En pleno centro, vecinos sin agua y con cortes de luz

NORMA LARA Y CLARA CASTAÑO, VECINAS QUE PADECEN HACE DOS DÍAS LA FALTA DE AGUA EN UN EDIFICIO DE 56 ENTRE 9 Y 10

Entre el calor agobiante y el inicio de la semana laboral, medio centenar de familias permanece sin agua desde hace casi dos días en pleno centro platense.

El complejo habitacional ubicado en 56 Nº723, entre 9 y 10, nuclea tres locales comerciales y 58 departamentos distribuidos en sendas torres, una delantera y otra sobre los fondos del lote.

Ambas quedaron sin suministro en horas de la mañana del domingo, cuando las marcas térmicas comenzaban a ascender. Desde entonces, relatan los vecinos, el servicio regresó con cuentagotas y sólo de a ratos.

“Estamos llamando a Aguas Bonaerenses desde que empezó el corte, pero sólo nos dan excusas” relató Clara Castaño: “primero nos dijeron que era un ‘problema interno’, pero las bombas funcionan perfectamente. Se sacan el problema de encima”.

Norma Isabel Lara, portera del edificio, subrayó que “los administradores del consorcio llamaron a una empresa especializada, que se encarga del mantenimiento de las cisternas, y verificaron que todo anda perfecto”.

“El tema está afuera” advirtió Lara: “porque de la red solamente entra un hilo de agua y nunca se junta suficiente para que se vaya normalizando la situación en los departamentos”.

“De las tantas veces que hablamos con ABSA, llegaron a decirnos que ‘es una zona con muchos edificios y cuando hace calor baja la presión’”, recordó Castaño: “es poco serio”.

Desde la empresa prestataria del servicio de agua corriente y cloacas se manifestó que los reclamos vecinales serían “chequeados”.

Sin embargo, al cierre de esta edición las canillas seguían secas y la indignación crecía.

“Llevamos más de 36 horas sin una gota de agua y las cuadrillas no aparecieron ni para tomar la presión” señaló Horacio López: “pero además, nos empezaron a tomar el pelo, porque dicen que de esta dirección ‘no tienen registrado ningún reclamo’ cuando nos consta que no es así”.

“Las tareas de higiene básica ya se están complicando, hay gente que para bañarse tiene que recurrir a familiares, y estamos obligados a comprar agua envasada para tomar y cocinar” se quejaron los vecinos.

“Este edificio tiene casi 35 años -lo levantaron en 1979-, y nunca tuvo problemas de este tipo hasta los últimos dos o tres años” aseguró Horacio López: “no tenemos bomba ‘robadora’ de la red ni nada de eso. Pero ahora llegamos a un punto en el que hay que encontrar una solución, porque esto no se puede repetir”.