El cambio climático provocaría más olas de calor y tormentas intensas

LAS OLAS DE CALOR SE DUPLICARON EN LOS ÚLTIMOS 30 AÑOS Y LA TENDENCIA PODRÍA PROFUNDIZARSE EN EL FUTURO. LOS EXPERTOS LO VINCULAN AL CAMBIO CLIMÁTICO

Los datos del Servicio Meteorológico para la Ciudad son contundentes: de confirmarse las temperaturas pronosticadas hasta mañana, la presente será la ola de calor más larga de la historia en La Plata al sumar nueve días consecutivos en los que las temperaturas máximas y mínimas se colocaron por encima de las consideradas extremas. Hay más: los datos indican que el último jueves se produjo la segunda temperatura máxima más alta (39 grados) en La Plata desde 1961. Todo esto se explica por un hecho puntual: el dominio de altas presiones en niveles medios y altos de la atmósfera que impide el avance de masas de aire frío desde el sur, evento al que se suele denominar bloqueo, según describe a este diario la licencia María de los Milagros Skansi, jefa del Departamento de Climatología del organismo nacional que se encarga de monitorear el clima. Si bien Skanski indica que se trata de un hecho aislado que no se puede atribuir directamente al cambio climático, también destaca que se enmarca en una tendencia que notan quienes trabajan en meteorología según la cual, son cada vez más frecuentes los días de temperaturas altas y también las olas de calor.

En la misma sintonía, un estudio científico conocido esta semana, desarrollado por investigadores del CONICET y de la Universidad de Buenos Aires (que también participaron del quinto informe de evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático) es más contundente al establecer vínculos entre la presente ola de calor y el calentamiento global. Basado en el estudio de las temperaturas y otros factores meteorológicos del área metropolitana de Buenos Aires en los últimos cincuenta años, determinó que las olas de calor se duplicaron en las últimas tres décadas y que entre las causas se cuentan el crecimiento de la urbanización, la reducción de los espacios verdes y el efecto de los gases de efecto invernadero. Los expertos encargados del estudio -que se hizo por encargo del gobierno porteño- advirtieron que la frecuencia de estos fenómenos va a aumentar, al tiempo que pidieron que se ajustaran los sistemas de alerta y se informara a la población sobre cómo actuar.

La ola de calor récord que azotó a la Argentina ocurrió al mismo tiempo que las lluvias en Brasil provocaban inundaciones que dejaron más de 40 muertos. Y justo cuando en Estados Unidos una intensa tormenta de nieve dejaba cientos de hogares sin luz, provocaba más de 27 muertos en accidentes y numerosos trastornos en una amplia zona que abarcó desde Michigan a Nueva Escocia en el noreste de ese país.

Todo esto llevó a que volviera a instalarse en el centro de la escena una pregunta: ¿hasta donde llegarán los efectos del cambio climático?.

Una pregunta que llega en un momento tan especial como preocupante: cuando la última cumbre internacional destinada a alcanzar un acuerdo referido a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero -que aceleran el calentamiento global- terminó en un nuevo fracaso en Varsovia.

mas calor, mas eventos climaticos extremos

No existe un consenso entre los especialistas referido a cuáles pueden ser los efectos del cambio climático. El mismo alcance de este concepto hoy es materia de discusión y cada vez que un nuevo evento extremo aparece en el horizonte vuelve a ser motivo de controversia en qué grado pesó en él calentamiento global.

Con todo, un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas indica que el cambio climático es en un 95% responsabilidad humana y llama a bajar la emisión de gases de efecto invernadero para reducir sus efectos. ¿Cuáles efectos?: entre los mencionados por distintos expertos se cuenta una mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, el derretimiento de los glaciares, el aumento del nivel del mar (que representaría una amenaza sobre todo para las poblaciones costeras), el incremento asociado de la acidez del agua marina, (que podría repercutir sobre la biodiversidad), las sequías, la extensión del área de incidencia de enfermedades infecciosas hoy propias de países tropicales. Las grandes migraciones de población afectada, la extinción de especies y hasta mayores problemas para la producción de alimentos (ver aparte).

De la mano de ese pronóstico se propone mejorar los mecanismos de alerta frente a fenómenos meteorológicos intensos que se espera sean más frecuentes. Mientras tanto, la recomendación de los especialistas sigue apuntando a reducir las emisiones de gases que producen efecto invernadero.

Esa es también una de las recomendaciones del estudio antes mencionado realizado por la doctora en Ciencias de la Atmósfera Inés Camillioni, investigadora de la UBA y del CONICET, que también destacó la necesidad de informar previamente a las comunidades como manejarse ante estas situaciones.

El informe destaca que en los últimos 30 años la cantidad de olas de calor se duplicó en el área Metropolitana. Antes de 1980 se registraba un promedio de 9 por década. Entre ese año y el año 2010, ese número promedio subió a 18 derivado de un aumento de las temperaturas (de seis décimas de grado entre 1960 y 2010) sumado al impacto de las actividades humanas.

La especialista advierte que, utilizando modelos de simulación en base a los datos obtenidos, se puede pronosticar que en los próximos años las olas de calor serán todavía más frecuentes.