Derrumbe y milagro en el Ministerio de Salud

La imagen es impactante. Igual que el estruendo que produjo la caída del techo del ingreso del personal del Ministerio de Salud, en 51 entre 17 y 18. No hubo víctimas de milagro y ahora se inició una investigación para establecer qué ocurrió en la sede de la cartera sanitaria.

El techo flotante o alero se desplomó cuando por el lugar circulaba el personal que aún quedaba en la sede de Salud, ya que se produjo cerca de las 18, cuando sólo queda algún empleado de guardia en algunas de las dependencias.

Según testigos, milagrosamente no se registraron heridos. Vecinos y comerciantes de la zona especulaban ayer con que si hubiera sido tres o cuatro horas antes hubiera ocurrido una tragedia, ya que entre las 12 y las 15 se produce el egreso de la mayor parte de los empleados. Aunque por estos días muchos están de vacaciones, por este acceso que está sobre 51 casi esquina 18, no sólo pasa el personal del ministerio, sino que también lo hacen vecinos, proveedores, técnicos y profesionales que llegan al lugar para hacer diversos trámites.

A pesar de los intentos realizados por este diario para obtener información oficial, hasta el cierre de la edición no hubo respuestas ni comunicado oficial al respecto.

A escasos minutos de las 18 una repentina explosión sacudió al barrio de Plaza Malvinas.

Los pocos empleados que quedaban en el edificio escucharon la explosión que causó la caída de la pesada estructura de cemento macizo, de varias toneladas de peso, que destruyó parte de la escalera de acceso y las barandas de metal.

“Fue como una bomba. Cuando llegamos a la entrada no lo podíamos creer. Fue un milagro que no haya matado a nadie”, dijo uno de los empleados que estaba en el lugar cuando ocurrió la caída.

“Si hubiera pasado unas horas antes era un desastre porque por ahí entra la mayor cantidad de gente y muchos empleados bajan a fumar ahí”, contó uno de los empleados que minutos antes estuvo en el lugar.

Uno de los empleados del primer piso se salvó de milagro, ya que había estado fumando en el lugar donde se produjo la caída unos minutos antes. La misma suerte corrió una empleada de limpieza, que subió las escaleras y el bloque de cemento segundos después.