El legendario cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ensenada celebró sus 118 años de existencia

Con el orgullo de haber sido el primer cuerpo de bomberos voluntarios de la provincia de Buenos Aires y el segundo del país, el cuerpo de estos tradicionales servidores públicos de Ensenada celebró nada menos que sus 118 años de existencia.

La celebración incluyó una misa, actos al pie del Monumento al Bombero Voluntario, un toque de sirena, un paseo en autobomba por las calles de la ciudad, y un brindis.

Durante las distintas celebraciones hubo que atender más de una emergencia.

Se recordaron anécdotas e historias de figuras legendarias de esta institución que es verdadero orgullo de todos los ensenadenses.

historia

El 23 de enero de 1896 Vicente Calzetta fundó la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Ensenada y a partir de ese día, en más de un siglo se han ido forjando historias heroicas que han convertido a la institución en una de las más representativa de la región.

En estos 118 años fue cambiando la tecnología y la institución se fue ampliando y se mantiene actualizada con equipos acordes a la función que tienen que cumplir, pero lo que se mantiene inalterables es la vocación de servir, el espíritu de colaborar con la comunidad en la que se vive poniendo, a veces, en riesgo la integridad física.

Es que si bien la capacidad y la capacitación personal son importantes para ser un buen bombero, esta es una vocación en la que lo central es “el trabajo en equipo”, según explica el subcomandante Leonardo Curciarello, quien está al frente de la División Operativa de los bomberos voluntarios de Ensenada.

Esa misma vocación que hoy muestran los más de cien efectivos que conforman el cuerpo la tenían los inmigrantes italianos que en 1896, sintieron la necesidad de crear esta centenaria institución.

“Los inmigrantes que se instalaron en la zona vieron la necesidad de crear un cuerpo de bomberos, porque las casas eran en general de madera y de zinc y la propagación del fuego era muy rápida”, contó Curciarello.

“Es el segundo cuartel a nivel país. Primero se fundó el de La Boca y después este, que en un principio estaba en la Sociedad Italiana de la calle La Merced”, agregó Ricardo Alberto Arenas, el presidente de la Comisión Directa de la institución.

Fue hacia mediados de 1930 cuando gracias al empuje de los bomberos de la época se levantó el actual edificio de San Martín y Sarmiento, donde aún conservan dos verdaderas joyas: una bomba de agua de mano de 1896 y otra bomba de vapor de 1903.

Entre los bomberos hay quienes son médicos, ingenieros, técnicos, estudiantes universitarios y trabajadores de diversos campos, que año tras año se perfeccionan, toman cursos y hasta rinden exámenes para superarse a sí mismos.

“Es como una facultad, hay mucho énfasis en la formación permanente en distintas especialidades”, remarcan.

Fuego en viviendas, derrumbes, incendios forestales, accidentes de tránsito, rescates múltiples. De las infinitas intervenciones, en el cuerpo de bomberos recuerdan las angustiantes horas del pasado 2 de abril como las que más pesan en la memoria. “El 70 por ciento del cuerpo estaba combatiendo el fuego en la refinería y el resto asistía a los afectados en Ensenada, Punta Lara, El Dique”, recuerda Curciarello.