Mitos sobre perros: un manual para interpretar a las mascotas

LOS MITOS SOBRE LOS PERROS A MENUDO DIFICULTAN A LOS DUEÑOS INTERPRETAR CORRECTAMENTE SUS ACTITUDES Y COMPORTAMIENTOS. LOS ESPECIALISTAS DESMIENTEN MUCHAS DE ESAS CREENCIAS POPULARES

¿Perro que ladra no muerde? ¿Siempre que un perro mueve la cola está contento? ¿Los perros rompen cosas para vengarse de sus dueños? Si bien la mayoría de los mitos populares se basa en hechos o situaciones que experimentó una o varias personas, con el tiempo se van deformando. Y el mayor peligro de los que atañen al mejor amigo del hombre radica en que se fueron convirtiendo en una suerte de verdades reveladas.

Es por ello que el director del Curso de Adiestramiento Canino Básico de la facultad de Veterinaria de la UNLP, Eduardo Chiappani, elaboró hace tiempo una lista con los mitos más comunes sobre los perros, para evitar que “la mala interpretación o percepción de algunos comportamientos o conductas continúe provocando, como ocurre en muchos casos, verdaderos problemas de convivencia o relación”.

El especialista subraya que “es muy importante poder interpretar el verdadero significado de las señales que nos manifiestan nuestros perros, para evitar importantes accidentes. Es que cuando pasa algo, la culpa siempre termina recayendo sobre el animal, cuando la mayoría de la veces la causa hay que buscarla en el comportamiento del dueño”, gráfica.

El primer mito que Chiappani desmitifica es el que asegura que “siempre que un perro mueve la cola está contento”. “Que mueva la cola no significa necesariamente que está feliz. Puede ser así si esa actitud está acompañada por otras señales, como movimientos de cadera y relajación, pero también puede significar un estado de alerta, o bien que se siente amenazado, y puede llegar a atacar. Por eso es muy importante leer el conjunto de las señales”, resalta.

“Perro que ladra no muerde”. El docente de la materia Zooterapia de la facultad de 60 y 118 explica: “Los perros pueden ladrar por distintos motivos; porque cuidan su territorio, porque se sienten amenazados, entre otros. Es parte de su lenguaje de comunicación, pero en ningún momento eso significa que no muerdan. Por caso, los perros entrenados para seguridad ladran y muerden”.

Un método de educación casero muy común es refregarle el hocico en el pis y en la caca al cachorro para que no haga más sus necesidades en ese lugar. Por lo general, dentro de la casa. “La realidad es que eso no funciona de ninguna manera. Además es un hecho absolutamente desagradable para el perro, que se ve sometido por su líder, por la persona en la que debe confiar. En rigor, se trata de un acto de maltrato”, apunta el profesional.

¿PERROS VENGADORES?

“Rompen cosas para vengarse de sus dueños”, reza otro mito. El experto lo niega con vehemencia. “Lo cierto es que los perros rompen cosas cuando no están cubiertas sus necesidades en cuanto a actividad física y distracción, por aburrimiento y por no tener juguetes u objetos más atractivos. En general lo hacen por ansiedad o, en casos muy particulares, por algún trastorno de conducta. Pero nunca como venganza”, remarca.

Hablando de romper, otra creencia popular afirma que las mascotas “saben cuando han roto algo que no debían”. “No es más que otro mito”, apunta, y explica que “los perros no pueden argumentar mediante la lógica humana, caracterizada por la noción del bien y del mal, de justicia e injusticia. De hecho, no muestran signos de culpabilidad, y si adoptan una postura de apaciguamiento y de sumisión es para no desencadenar la agresividad del dueño”, dice y hace hincapié en una costumbre muy frecuente: “Si ha transcurrido cierto tiempo desde que se produjo el hecho, el perro recibe un castigo que no asocia a nada”.

¿El perro ve en blanco y negro?. Falso. “Está comprobado que ven el azul, el amarillo, todos los matices del gris y algunos otros colores, aunque en forma más tenue, como el verde y el rojo”, comenta el docente

Luego se refiere a distintos mitos asociados a la educación de los canes. Uno de ellos asegura que “a los perros detectores de drogas se los entrena dándole drogas”. “Si así fuese, a los de búsqueda y rescate de personas se les darían cadáveres, y a los detectores de explosivos, explosivos. Estas y otras tantas tareas se trabajan a través de la asociación positiva”, señala.

Se dice que “el entrenamiento de obediencia es sólo para perros con problemas”, pero Chiappani advierte que “eso es más bien un mal entendido; tanto la educación como el entrenamiento de obediencia se deberían utilizar para mejorar y perfeccionar la convivencia con nuestros perros, sobre todo para evitar futuros problemas y accidentes”.

Por último, está muy arraigado el mito de que “a un perro viejo no se lo puede entrenar”. “Si bien es un poco mas fácil trabajar con un animal joven, eso no quiere decir que uno viejo no aprenda, se le pueden enseñar órdenes y trucos sin ningún tipo de problemas”.

Tras repasar algunos de los mitos más populares sobre el mejor amigo del hombre, el experto enfatiza que “en rigor de verdad, lo que deberíamos repasar es porqué nuestro perro hace lo que hace, en qué estamos fallando como dueños”.