Una lluvia sin precedentes, la clave del desastre que golpeó a la Ciudad

Desde el primer momento se comprendió que había sido una tormenta totalmente fuera de lo común, pero eso recién pudo confirmarse cuando el Observatorio Astronómico de la Universidad dio a conocer el registro pluviométrico de la jornada unos días después. Entonces quedó a la vista lo extraordinario de la situación: el 2 dos de abril del año pasado llovió cuatro veces más que el promedio histórico para todo ese mes.

Contra los 93,6 milímetros que, según los registros de los últimos treinta años, cabían esperar para todo abril, aquel martes trágico cayeron 392,3, es decir una cantidad 400% veces mayor. Hasta entonces, lo máximo que había registrado en La Plata durante una sola jornada habían sido 155 milímetros, el 14 de mayo de 1980.

Pero más sorprendente aun es que cerca del 90% de esos 392 milímetros se concentraron en el término de apenas siete horas: entre las 17 y las 23. Como muestran los gráficos de la jornada elaborados por el Departamento de Sismología y Meteorología de la Facultad de Ciencias Astronómicas de la UNLP, el punto más álgido de la tormenta se produjo entre las 19 y las 20, cuando cayeron 117 milímetros en sólo 60 minutos.

“Fue algo nunca visto en la ciudad de La Plata. Se trató de un registro histórico para la capital bonaerense porque nunca antes había caído tanta agua en veinticuatro horas. Hasta entonces la marca máxima había sido de 155 milímetros”, resaltaba por aquellos días el responsable del área de Climatología del Servicio Meteorológico Nacional, José Luis Stella, intentando contextualizar el drama humano que produjo el temporal.

La tormenta que azotó a La Plata aquel día trágico se habría enmarcado en un fenómeno que se venía observando a partir de la segunda mitad del año anterior. Desde entonces, “el promedio de lluvias creció significativamente en la región”, aseguró el climatólogo, quien dijo que aun así “no se puede hablar de una tendencia sino de eventos extremos”.

“Lo que pasó fue que hubo un sistema de baja presión en altura desplazándose muy lento y otro sistema de alta presión en superficie con vientos del este, lo que mantuvo una fuente de energía de vapor generada por el río asociada al fenómeno”, dijeron al día siguiente desde Servicio Meteorológico Nacional al explicar lo que ocurrió.

Lo mismo señalaron los referentes del Centro Argentinos de Meteorólogos. Lo que golpeó a La Plata “no fue un frente de tormenta que venía avanzando, sino distintas tormentas que se fueron formando una tras otra en una misma zona a raíz de un centro de baja presión que se estacionó. Eso fue lo que hizo que precipitara tanto en un mismo lugar durante tantas horas. De otra manera no hubiera sido posible que ocurriera algo así”.