Dio todo y sumó un punto para seguir con su ilusión

COMENTARIO
Por MARTIN CABRERA

ROSARIO (Enviados especiales).- A los 49 minutos del segundo tiempo Patricio Loustau dio por terminado el partido. El empate 0-0 entre Estudiantes y Rosario Central no dio para festejos. El local se fue con la cabeza gacha, porque dejó pasar una chance inmejorable de trepar a la punta. Y el Pincha, que si bien cerrará la jornada como puntero, sabe que ya no depende de sí mismo y entre hoy y mañana podría perder ese lugar de preferencia.

Todo tipo de sabores dejó esta igualdad en Estudiantes. Por un lado se celebró haber sacado un punto de una verdadera caldera, ante un equipo súper motivado que se jugó su última chance de meterse en la pelea más seria. Pero también hubo voces pesimistas, ya que quedó la sensación que, de animarse en el comienzo del segundo tiempo, o de haber sido más fino en la definición, pudo traerse para La Plata un premio más que importante para la cosecha final. ¿Le sirvió el empate? Sólo en la fecha 19 se sabrá.

A favor de Mauricio Pellegrino hay que decir que jugó con un equipo al límite y sin variantes. La Brujita Verón no estaba para volver, pero lo hizo por las necesidades del equipo, sin Joaquín Correa, Gastón Gil Romero ni Román Martínez. Pero tampoco tuvo en Guido Carrillo y Franco Jara a dos jugadores físicamente capaces de desarrollar su juego. Tal vez ahora, con una semana de descanso, tenga el tiempo necesario para prepararse de la mejor manera al sprint final.

El partido fue muy parejo, con una tendencia a favor de la visita. En el primer tiempo fue Central quien tomó una iniciativa, con Encina por la banda derecha, que hizo sociedad con Jesús Méndez y Paulo Ferrari. Pero en esos 45 minutos, salvo un remate del propio Encina por encima del travesaño, no tuvo una sola visita de peligro al arco de Gerónimo Rulli.

En cambio Estudiantes, bien parado de contra, avisó al minuto con una corrida de Guido Carrillo que fue derribado por Donati, en clara infracción, que Loustau (y su asistente) ignoró.

Pocos minutos después Franco Jara hizo una pausa en la puerta del área, miró al arco y reventó el travesaño, cuando Caranta no tenía nada que hacer. Esta fue la jugada más clara del partido, cuando apenas habían pasado 14 minutos. Incluso fue superior a la de Carrillo, que a los 16 demoró su remate desde buena posición.

Las cosas empezaron a cambiar en el complemento, que fue como una pelea de box, donde lo equipos midieron sus movimientos para desgastar a su rival.

Esta vez la iniciativa la tomó el equipo de Pellegrino, pero ya sin aire ni fuerza como para lastimar a una defensa que dio ventajas todo el partido. Entre el minuto 1 y el 25 fue todo dominio Pincha y el momento que, de haber tenido variantes en el banco, el técnico pudo animarse a ganarlo. No fue así.

Salió Patito Rodríguez primero, luego Verón. El equipo se quedó sin conductor y Central, con el aliento de su gente, pareció arrinconarlo. Fue ese el momento que aparecieron en su esplendor los centrales albirrojos para poner un freno necesario.

En el final hubo un supuesto penal no sancionado para Central, un ingreso de Carrillo que, ante la salida de Caranta, tiró por arriba y un empate que puso un punto suspensivo.