La policía tiene un sospechoso y la familia de Marisol muchas dudas

Mientras los hermanos de Marisol Oyhanart (38) ventilan sus sospechas de que el crimen fue “planeado” por alguien que “la estaba esperando y la mató en minutos”, los investigadores avanzan sobre la única pista firme que tienen hasta ahora: el identikit de un hombre joven al que dos testigos aseguran haber visto saliendo de los pastizales donde horas más tarde fue encontrado el cadáver.

Aunque las fuentes oficiales no lo confirmen, este dictado de rostro tiene ya nombre y apellido, porque ayer a la madrugada se hicieron dos allanamientos de manera simultáneos en las calles Rojas y Lope Serrano y Dellatorre y Martín Fierro.

El muchacho al que buscaban no estaba. Sin embargo, de esos domicilios se llevaron algunas prendas que serán sometidas a peritajes y reconocimiento de testigos. Lo que no queda claro es la relación que tenía este hombre con la víctima, aunque aparentemente no se conocían de antemano.

Entonces, ¿pudo ser un robo? Hasta hace pocas horas los investigadores que trabajan bajo la instrucción de la fiscal Patricia Hortel especulaban con que parecía poco probable semejante saña para llevarse un celular, pero el curso de los acontencimientos indicaría otra cosa.

Los que están convencidos de que Marisol no fue estrangulada en un simple asalto son dos de sus cuatro hermanos, quienes en una entrevista con un matutino porteño también echaron por tierra la posibilidad de un ataque sexual.

“Desconcertados”

Delmar y Martín Oyhanart dijeron estar “desconcertados, como toda la gente. Ella (por su hermana Marisol) no andaba en nada raro, vivía para sus hijos”.

Los Oyhanart están seguros de que “esto estaba planeado. Alguien la estaba esperando y la mató en minutos”.

La mujer fue vista por última vez con vida a las 16.10 del lunes pasado, cuando dos mujeres la cruzaron haciendo ejercicio en inmediaciones de donde fue hallada a las 8 de la mañana del día siguiente.

Estas mismas testigos son las que aseguran haber observado al sospechoso.

“Tenemos nuestras sospechas y hay cosas que no nos cierran”, aseguran los hermanos, repitiendo la pregunta que todo Saladillo se hace: “¿Por qué la mataron? Un loquito la hubiese violado y eso no pasó. Fueron directamente a asesinarla ¿Por qué? ¿Quisieron sacarla del medio de algo? Son dudas. De lo que sí estamos seguros es que un robo no fue. La mataron por algo y todavía no se sabe por qué. Una vez que se distinga el motivo, debería acelerarse todo”, especularon.

Entre las hipótesis que se barajan en torno al caso está la de los conflictos de pareja y presuntas infidelidades de Marisol y su marido Sergio Rachit, con quien se casó hace 15 años.

“El (Sergio) confesó que tenía una amante. Es una chica de Saladillo, a la que conocemos de vista, que tiene una despensa en la que él distribuye productos. Pero ¿hasta qué punto tener una amante puede ser un motivo para matar? Habrá que ver. También hay rumores sobre mi hermana, pero la verdad es que no sabemos nada. Nos suena raro, porque andaba siempre con los chicos, no tenía tiempo. Yo me la cruzaba en la calle y nunca la veía sola, estaba siempre con ellos. Ella solía ser muy descuidada con el teléfono celular, lo dejaba en cualquier lado. También tenía Facebook y el marido tenía la clave. Si vas a hacer algo o estas conociéndote con alguien, de alguna manera te comunicás y eso no parece haber pasado”, sostuvo Martín.

la herencia

Otra versión que circuló de boca en boca (más en el pueblo que en la mesa de los investigadores) es que había una disputa en la familia Oyhanart por la venta de una propiedad.

“La familia tiene una chacra que era de nuestros padres, que murieron. El lunes ella habló con nuestro otro hermano porque quería venderla. Y nosotros no la queremos vender porque es un recuerdo”, revelaron Delmar y Martín, aunque calificaron a “la hipótesis de la herencia” como “una pavada”.