Familia santafesina recibió inesperado llamado del Papa Francisco

Si uno levanta el teléfono y recibe un llamado del Papa, quizás piense que es un chiste o una broma telefónica. Pero no, esto realmente le sucedió a una familia santafesina de la localidad de San Lorenzo. El sumo pontífice contestó de esta forma a una carta enviada por Jaqueline Lisboa, en la que contaba a Francisco que un Sacerdote se había negado a darle la comunión por su esposo estar divorciado; el Papa, fiel a su estilo, le contesto personalmente, vía telefónica.

Cuando Julio Sabetta, residente de San Lorenzo en la provincia de Santa Fe, levantó el tubo y recibió una llamada para su esposa, preguntó por la identidad del interlocutor.

La respuesta no se hizo esperar, "De parte del Padre Bergoglio".

Julio se quedo duro del asombro, sin entender si este llamado era real o no, y se le comunicó a su esposa. Ella corrió a atender y, cuando escuchó la voz del Santo Padre, la emoción se transformó en lágrimas.

Es que el Papa Fransisco suele tomar los asuntos con sus propias manos, siguiendo la línea que pregona desde su elección como Sumo Pontífice.

La razón de este llamado era la contestación de una carta que Jaqueline Lisboa, esposa de Julio Sabetta, había enviado al Papa hace nueve meses relatándole cómo un Sacerdote se había negado a darle la Comunión por estar casada con una persona divorciada.

"A mí no me dejaban confesarme ni comulgar porque supuestamente viva en pecado. Mi marido es divorciado y a mí me decían que no me podían dar la comunión porque cuando volvía a mi casa volvía a estar en pecado" comento Lisboa con una radio capitalina.

Y fue por ello que, tras ser convencida por una amiga de la familia, Jaqueline se decidió a escribirle una carta al Papa, buscando consejo ante esta situación. Nueve meses después, llegó el llamado de Francisco I.

"Algunos son más papistas que el Papa, andá a otra Iglesia y confesate que no hay ningún problema" le dijo el Papa a Jaqueline, utilizando ese humor que lo caracteriza.

En una conversación que duro un poco mas de diez minutos, el Sumo Pontífice se encargo también de aclararle al matrimonio que el divorciado que comulga no está haciendo nada malo.

Siendo este un tema que últimamente ha ganando terreno de discusión en la Santa Sede, teniendo en cuenta el sínodo que convocó el Papa para octubre en pos de discutir las nuevas realidades familiares y la forma en que la iglesia debe "encarar" estos cambios, el Papa se encargó de aclararle a la familia que su caso serviría de ejemplo para plantear la discusión en el centro de la Santa Sede.

Este llamado hace hincapié sobre una realidad común en el ámbito eclesiástico. La prohibición de comulgar que pesa sobre los divorciados vueltos a casar es cada vez menos aplicada en la práctica; es sabido que ya casi no se aplican controles en las iglesias sobre esta norma y según trascendió en una encuesta realizada por el Vaticano, los fieles consideran como "impiadosa" la actitud que toma la iglesia al excluir de la Comunión a aquellas personas que volvieron a contraer matrimonio luego de divorciarse.

Lejos de oficializar una decisión, este llamado parece la aceptación de una realidad común; una confirmación de lo que viene sucediendo