Para un cura local, “es imposible” que el Papa haya dado autorización

El sacerdote platense Carlos Mancuso, consultado sobre el llamado papal recibido por una vecina de Santa Fe, descreyó de que el Papa Francisco haya autorizado a recibir la comunión a una mujer que vive casada con un hombre divorciado, como ella y su esposo dijeron en las últimas horas por las redes sociales y a la prensa tras recibir una llamada telefónica del pontífice argentino. “Es muy raro que el Papa le haya dicho eso -apuntó Mancuso-, sobre todo porque no existen dudas de que ella no está en regla con las condiciones canónicas. No importa que ella esté divorciada o no. Vive con un hombre que sí lo está, por lo tanto para la Iglesia vive con el marido de otra mujer”.

A la hora de fundamentar esta postura, el cura local se basó en la encíclica papal “Familiaris Consortio”, pronunciada por el Papa Juan Pablo II el 22 de noviembre de 1981 y según la cual la Iglesia, “fundándose en la sagrada escritura, reafirma su praxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez”.

Según Mancuso, la encíclica “es clara y no admite lugar a interpretaciones. Esta mujer no puede ser admitida en la doctrina canónica porque, como lo dice la encíclica, su estado y situación de vida contradicen objetivamente la unión de amor entre Cristo y la Iglesia. Hay además otro motivo pastoral: si se admitieran estas personas a la eucaristía, los fieles serían inducidos a error y confusión acerca de la doctrina de la Iglesia sobre la indivisibilidad del matrimonio”.

Para el sacerdote platense, “tal vez la mujer interpretó el llamado como una autorización, pero es imposible que el Papa haya autorizado algo que dentro de nuestra iglesia no está permitido”.