En balsa y con su perro, quiere llegar hasta Brasil

En una balsa casera se largará por el Río de la Plata y remontará el Paraná, en principio, hasta Foz Iguazú. Luego, verá las posibilidades de seguir que encuentra en la frontera con Brasil. Con audacia pero sin perder de vista los riesgos y en compañía de Sheriff, su perro, Leonardo Silvestri (43) se lanzará a cumplir con el sueño de su vida: llegar a la región del Mato Grosso por agua y junto a su inseparable mascota, a la cual entrenó especialmente para soportar horas y horas de navegación.

Silvestri es timonel y tiene en su haber veinte temporadas como guardavidas, algunas que cubrió en nuestra región y otras, viajero como es, en las costas de las Islas Canarias. Pero la profesión como técnico en Seguridad e Higiene es la que sostiene su economía y la que le permitirá llevar adelante este proyecto, pues para realizarlo tuvo que ahorrar bastante dinero y dejar reemplazos en su actividad en las empresas donde está contratado.

El calcula que llegar a las Cataratas le demandará un mes y la segunda etapa de su proyecto otro tanto. “Puedo tomarme ese tiempo, porque dejo todo arreglado”, dice este vecino del barrio del Parque Saavedra, soltero y con dos hijas (Delfina, de 11 años, y Catalina, de 8).

El singular viaje está previsto para septiembre. En tanto, Silvestri, con la ayuda un arquitecto y un ingeniero que lo asesoran, monta pieza por pieza en el parque de la casa de un matrimonio amigo que vive en Gonnet. Para emprender la travesía tiene que hacer varias pruebas de la balsa sobre el río y por eso no cree que pueda partir antes de los próximos tres meses.

No porque la embarcación se esté construyendo con materiales de bajo costo, será un producto final barato. A Silvestri el proyecto le saldrá, sólo en los gastos para la fabricación de la balsa, 35 mil pesos, según calcula. “Es que el motor, que está llegando desde Santa Fe, vale unos 17 mil pesos. Ensamblarla y equiparla va a terminar saliendo una suma similar”, explica.

La estructura de la balsa es simple. Se levanta con perfiles de hierro, ocho tanques de poliuretano (que funcionan como flotadores) y placas de fenólico de 18 pulgadas que conformarán la base donde vivirán (carpa incluida) “Leo” y “Sheriff. Tendrá una superficie de 3,60 por 5,40 metros y contará con estancos para colocar los alimentos y el botiquín. También trasladará un kajak y cañas para pescar.

“El compañero ideal”

Sheriff es un border collie, un perro manso y obediente, ágil y muy sociable, que se caracteriza por su capacidad para aprender. Es una de las razas que, por esos atributos, suele utilizarse para el pastoreo. Tiene dos años y medio y durante los últimos meses recibió, de parte de su dueño, un entrenamiento especial para navegar. Puede permanecer sobre un bote mucho tiempo en el río, nada sin inconvenientes y hasta le gusta alimentarse de pescado. “El compañero ideal”, según lo define Silvestri.

El plan es salir desde Palo Blanco (Berisso) y costear el Río de la Plata un poco más allá del Delta del Tigre, hasta alcanzar la desembocadura del Paraná. Todo el primer trayecto, según estima el guardavidas, se llevará adelante sin ayuda externa, sólo dejándose llevar por la corriente, pero para el resto de la aventura hará falta el uso de un motor. “Para subir el Paraná tengo una correntada en contra que tiene una velocidad de diez kilómetros y de otra manera no se lo puede navegar”, explica Silvestri.

Aunque amo y perro pasarán gran parte del día sobre el río, como la balsa irá costeándolo, podrán parar a descansar en tierra firme. Todo está previsto, incluso la iluminación porque el motor que impulsará la embarcación podrá usarse también como generador de energía para luces led.

Como el objetivo es continuar hacia la zona del Mato Grosso, en Foz Iguazú esperará a “Leo” su amigo Franco Grignano, que viajará en camioneta hasta ese punto para trasladarlo por tierra hasta el puerto en el que pueda volver a tomar el Paraná. “Todo eso lo voy a definir una vez que esté ahí. Por eso, ahora lo importante es que pueda terminar la balsa y zarpar con Sheriff hasta la triple frontera”, señala este hombre que ha cumplido con otros desafíos, como viajar en bici hasta Gualeguaychú, navegar hasta Colonia, Uruguay, o remar desde Magdalena hasta Punta Lara.