Cáncer: el colesterol bueno ayudaría a frenar metástasis

El colesterol malo favorecería el movimiento y diseminación de las células cancerosas que provoca las metástasis, uno de los aspectos más difíciles de tratar del cáncer, mientras que el colesterol bueno operaría reduciendo la expansión de las células cancerígenas, según un estudio dado a conocer por científicos de las universidades de Barcelona y Sidney.

Los investigadores esperan que el descubrimiento contribuya a mejorar en el futuro los tratamientos oncológicos.

Especialistas platenses consultados por este diario coincidieron en que las conclusiones de la investigación representan “un paso interesante”, pero destacaron que llevará mucho tiempo y otras investigaciones la posibilidad de traducir este hallazgo en aplicaciones terapéuticas.

EL ESTUDIO

Los investigadores, dirigidos por Carlos Enrich, de la Universidad de Barcelona, centraron su atención en el funcionamiento intracelular del colesterol. Pusieron la lupa en unas proteínas llamadas integrinas, que tienen como función la de unir células. Esas integrinas, explicaron, funcionan como un velcro que adopta diferentes configuraciones que están implicadas en la diseminación de las células cancerosas desde un tumor original a tejidos vecinos o de otros órganos a través del tejido linfático o de la sangre.

Según los autores del trabajo, estas integrinas tienen un papel fundamental en la capacidad de las células viajeras para adherirse a los nuevos órganos e invadirlos.

Las conclusiones del trabajo otorgan un rol fundamental al colesterol para definir qué integrinas y cuántas de ellas se integran en la membrana de la célula cancerosa.

Hasta ahora se sabía que el colesterol es necesario para mantener a las integrinas en la superficie de las células cancerosas, pero no se sabía de dónde venia este colesterol ni cómo manipularlo para contribuir al tratamiento del cáncer. La nueva investigación ayuda a aclarar esos factores.

Según los investigadores, el colesterol malo (LDL o lipoprotenínas de baja densidad) estimula la capacidad invasiva de las células cancerosas, mientras que el llamado colesterol bueno (HDL o lipoproteínas de alta densidad), reduce esa misma capacidad.

Para la oncóloga platense Silvia Bonicatto, jefa del Servicio de Oncología del Hospital de Gonnet, “la investigación es un paso adelante, aporta datos interesantes que deben ser reafirmados por otras investigaciones, antes de que tenga algún tipo de repercusión en lo terapéutico”.

Los investigadores responsables del trabajo se basaron en modelos celulares de cáncer humano y publicaron los resultados de su investigación en la revista especializada Cell Reports.

Hasta ahora, los conceptos de “bueno” y “malo” para los distintos tipos de colesterol, se asignaron en relación con la enfermedad cardiovascular.

Este estudio extiende esos conceptos a un ámbito nuevo, el de la enfermedad oncológica. Y dentro de ella, a uno de los aspectos más difíciles de controlar, que es el de la expansión de los tumores a través de las metástasis.

El trabajo se considera aporte a nuevas líneas de investigación que pueden ser prometedoras para el futuro con miras a mejorar los tratamientos vigentes de la enfermedad.