“El arte abre espacios inmensos en la vida”

Por MARCELO ORTALE

Hace más de seis décadas tres mujeres abrían en La Plata una experiencia educativa novedosa. Ellas eran Nelly Pearson, Marta Burnichón y Dorothy Ling que de la nada –sin dinero, sin propiedades, sin influencias- crearon un centro pedagógico basado en la música, la pintura, la danza y el teatro.

Tardaron poco en tener lo principal: maestros y alumnos. Y así nació el que después se llamó Instituto de Educación Superior Roberto Themis Speroni, ubicado en City Bell, con niveles inicial, primario, secundario y terciario, incorporado hace años a la enseñanza oficial. Ahora ese impulso original fructificó en 30 escuelas desperdigadas desde el Norte hasta Tierra del Fuego y una de ellas en los Estados Unidos.

Tardaron poco pero lucharon mucho. De las tres mujeres queda Nelly Pearson, que hoy, con más de 80 años de edad, trabaja en forma honoraria pero como una docente más en una escuela de Los Hornos, en un barrio sumamente carenciado. “Antes los chicos de ese barrio no iban al colegio, ahora no quieren faltar. Y sus padres los apoyan y nos apoyan mucho”, dice.

“Cuando me recibí en Bellas Artes sentí que el arte era otra cosa. Que el arte no era para exposiciones. Sentí que el arte ayudaba a un desarrollo interior en común… Las tres sentíamos lo mismo. Sabíamos que el arte –la literatura, la música, la pintura, la danza- abría espacios inmensos en la vida de uno. Y eso es lo que buscamos al crear el primer centro con Marta y Dorothy”, dice.

Nelly Pearson tiene una casa pequeña y sencilla en Gonnet, llena de libros y cuadros. Antes viajaba a sus aulas en un Citroen algo derruido, pero ahora se maneja con remises.

Habla en forma pausada, con voz clara y sonríe mucho, sobre todo cuando no quiere hablar de ella. Y no quiere hablar nunca de ella, se resiste a todo menor protagonismo. Dice que no creó ninguna de las treinta escuelas, que fueron otros docentes, que intervinieron mucho los grupos de padres en cada jurisdicción, que ella le debe todo a la educadora Nelly Zucarino de Speroni –“fue la que nos dio el principal empujón, ella nos animó, sin Nelly Speroni no hubiéramos crecido”- o a la tarea ímproba de otros profesores, entre los que destacó a Carlos Videla.

Nelly Pearson nació en San Telmo y vivió allí 5 años, frente a la plaza Lezama. Hija de Eduardo Federico (de ascendencia inglesa) y de Carlota Lawrie (de origen escocés). Cuenta que los Lawrie llegaron al país en la época de Rivadavia. La familia Pearson fue luego a Brandsen, donde alquilaron una quinta y allí vivieron unos cinco años. Después vinieron a La Plata, al barrio de 10 entre 43 y 44, que “en esa época no era el centro, ni mucho menos: pasaba la vaca y también los pavos para Navidad”. Aquí siguió el primario en la Anexa, el secundario en el Liceo y el terciario en la entonces Escuela de Bellas Artes. Cuando se graduó, comenzó a dar clases de historia del Arte en el Liceo.

Pero fue allí, en 1958, cuando sintió la necesidad de crear una escuela distinta, en la casa de una de las tres fundadoras. Los alumnos fueron los chicos del barrio. Habían creado la asociación civil sin fines de lucro Centro Pedagógico de La Plata. “Nunca estuvimos contra el sistema educativo público. Sólo quisimos aplicar las ideas renovadoras que habían sostenido las hermanas Cossetini”. La clave de esa enseñanza pasa por darles a los chicos sensibilidad artística y libertad para elegir, afianzándose valores como el respeto y la tolerancia. Las escuelas no tienen grados, no toman pruebas escritas ni hay boletines de calificación.

¿Qué siente usted por haber influido en la creación de tantas escuelas?

“Una gran felicidad. Pero de inmediato pienso, por ejemplo, en Nelly Speroni que cuando fue secretaria de Educación nos ayudó tanto…”

Pero la pregunta va dirigida a lo que siente una educadora, al saber que todos los días debe haber más de mil alumnos en el país aprendiendo en las escuelas que creó…

“Es que nunca lo sentí como algo individual, sino como un fenómeno que de pronto surgió y luego se expandió… Yo no sé cómo pasó todo esto… Sí tengo en claro que fue un trabajo tan compartido…A mí no me cierra, no lo puedo creer. No, no, uno nunca está solo. Nada de lo que se logró se hubiera logrado sin los maestros, sin los padres, sin la gente que nos ayudó. Pienso en Carlitos Videla que ha hecho maravillas y las sigue haciendo…”

¿Qué es la educación?

“A ver, no sé muy bien qué es la educación, digo en términos técnicos. Hay tantas definiciones…Para mí es una situación de convivencia. Uno acompaña el crecimiento y la vida de los chicos. Educación es darles a los chicos todo lo que nosotros sentimos que hace bien, la mejor literatura, la mejor música, la mejor pintura…”

Y de todas ellas, ¿cuál sería la principal?

“La música, la pintura y la poesía van juntas. Y son el sostén de todo el trabajo”.

Ya que habló de los pequeños, ¿qué opina del llamado período de adaptación?

“Que no es necesario. Si el clima de la escuela es afectivo, es familiar, no tiene sentido alguno. Los chicos siempre sufren un poco al principio, algunos lloran, pero es natural y es sano que ocurra eso. Nosotros no dejamos entrar a los padres en este período”

Los chicos del nivel primario no utilizan bancos, se sientan en el suelo…

“Sí, desde luego que primero nos fijamos el tema de la higiene. Si no está limpio el piso se sientan sobre alfombras. Ellos forman una rueda en torno al maestro. El maestro les ve la carita a todos y ellos ven a su maestro también de frente. Los chicos naturalmente quieren estar en el suelo.

En cuanto al aspecto disciplinario…

“Vea, los chicos copian la modalidad de sus maestros. La disciplina es espontáneamente muy buena. Jamás se escucha a un chico decir una mala palabra en la Escuela. Ello no impide que cuando los chicos están entre ellos hagan sus pillerías, es natural que así sea”

En las últimas evaluaciones internacionales los alumnos de las escuelas públicas de nuestro país no salieron bien parados. ¿A qué se debe?

“Creo que se debe a una suerte de desinterés general que se advierte en todo el sistema educativo”

¿Cual es su opinión sobre los nuevos feriados que se han venido incorporando y la conformación de los llamados feriados largos?

“Que atentan contra la continuidad que precisa un chico para sostener su aprendizaje. Es un exceso la cantidad de feriados especiales”

En la enseñanza tradicional existe un alto nivel de ausentismo docente. ¿En sus escuelas ocurre lo mismo?

“No, no ocurre lo mismo. Los docentes no faltan nunca”

¿Cuál es el motivo?

“El motivo es que ellos quieren estar en la escuela. Vea, los chicos faltan muy poco también. Hay toda una filosofía en torno a esto. El trabajo escolar tiene que tener continuidad. Nosotros nunca dejamos de dar clases. Cuando vino el Papa Juan Pablo II las escuelas dieron clase normalmente. Durante los campeonatos mundiales de fútbol, las clases tampoco se interrumpen”.

¿La cuestión religiosa influye en ustedes?

“Se respetan todos los credos, pero el principio general es que todas aquellas cuestiones personales tienen que quedar afuera”

En algún momento se habló de ustedes como de una suerte de secta…

“Sí, pero esos rumores obedecían a una falta de imaginación de quienes los hacían circular…Ahora somos demasiado conocidos y nadie cree que seamos una secta”

Usted también es cantante, hay muchas grabaciones suyas

“Sí, tengo recopilaciones de canciones inglesas y otras de baladas y tangos. Uno de los discos de tangos, en los que compuse música y letra, se llama Golondrina fugaz… y el último tiene canciones del campo. ¿Quién me gusta? Gardel y tantos más...

¿Cuál es el proceso que habitualmente se sigue para crear una escuela?

Usualmente, lo que hace falta es que un grupo de padres de cualquier zona se reúna y pida que abramos una escuela. Y que tengan un lugar disponible para que se pueda empezar. Se acude a verlos, se analiza, todos pedimos, todos escuchamos y así decidimos”

¿Qué proyectos tiene ahora Nelly Pearson?

“Seguir yendo a la escuelita de Los Hornos, seguir con ellos. Hay solo dos maestros con cargo y el resto acompañamos en la medida de nuestras posibilidades. Y el otro proyecto es continuar con las clases para maestros que se desarrollan una vez al mes en el Centro Pedagógico. A ellas asisten los alumnos del magisterio, los profesores y amigos que tengan interés”.

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Desde 1958 estos fueron los centros educativos generados por el Centro Pedagógico de La Plata. En la provincia de Buenos Aires, nueve escuelas y jardines en el distrito de la Plata (Instituto “Speroni”, Las Casuarinas, La Garza, El Rincón, Barrio Jardín, Los Aromos, Las Algarrobas, El Pato, Raíces y Los Hornos); una en Tigre (Los Biguaes) y otra en Mercedes (El Pampero). En la provincia de Chubut, una escuela en Trevelin (El Molino) y otra en Esquel (Esquel). En la provincia de Tierra del Fuego, ocho escuelas (Las Lengas, La Bahía, Los Alakalufes, Bandurrias, Los Calafates, Las Gaviotas, Los Cauquenes, Terra Nova). En la provincia de Neuquén, una escuela en San Martín de los Andes (Fuente Serena) y otra en Junín de Los Andes (La Estepa). En la provincia de Córdoba, una escuela en Río Ceballos (La Serrana). En la provincia de Santa Fe, una escuela en San Justo (Los Trigales). En la provincia de La Pampa, una escuela en Santa Rosa (Los Chañares). En la provincia de Tucumán, una escuela en Tafí del Valle (Las Verbenas). En la provincia de Río Negro, una escuela en Bariloche (Los Radales). Además funciona una escuela en Nueva Jersey (The Cottage School), y otras más que están en este momento en formación. Todas ellas atendidas por maestros formados en el Instituto Speroni de City Bell.