Desconexiones argentinas

KICILLOF EN LA OEA, CON UN PLANTEO CONTRA LOS FONDOS BUITRE QUE COSECHÓ RESPALDO DE VARIOS PAÍSES, PERO NO DE ESTADOS UNIDOS NI DE CANADÁ

Por Mariano Spezzapria

El próximo miércoles, cuando Cristina Kirchner aterrice en San Miguel de Tucumán para el acto patrio del 9 de julio, el Gobierno dará una muestra poco novedosa de cómo piensa encarar la inminente negociación con los “fondos buitre” en Nueva York. La Presidenta se arropará con la presencia de sus colegas José Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) y Nicolás Maduro (Venezuela), para exhibir una foto de unidad latinoamericana ante la contingencia.

Un anticipo de esa postura ofreció en la semana el ministro de Economía, Axel Kicillof, al exponer el caso argentino ante la Organización de Estados Americanos (OEA). El funcionario consiguió el apoyo de la mayoría de los países que integran esa entidad, pero no así el de Estados Unidos ni el de Canadá. Poco parecen haber ayudado en ese sentido las declaraciones contra la Corte Suprema norteamericana, a la que la Casa Rosada consideró dependiente de intereses financieros de su país.

Por ese tipo de apreciaciones, hace rato que la diplomacia estadounidense está desconcertada con la Argentina. Pero la desconexión sería mutua, porque en Washington están convencidos de que hicieron mucho para ayudar al país y acá eso se nota poco y nada. Una anécdota de la famosa Cumbre de las Américas que sesionó en Mar del Plata en 2005 sirve para ilustrar la escasa sintonía con la potencia del Norte. Y refiere a un último comentario que hizo George Bush antes de retirarse derrotado por el bloqueo sudamericano a la constitución del libre comercio con el ALCA.

Hace rato que la diplomacia estadounidense está desconcertada con la Argentina

“No entiendo para qué discutimos tanto, si al final lo que nosotros proponemos es una forma de asociarnos para defendernos de China y la India”, resopló Bush y dejó con la boca abierta a los argentinos, entre ellos al propio Néstor Kirchner. Lo que estaba enunciando era nada más -ni nada menos- que una actualización de la “Doctrina Monroe”, sintetizada en la frase “América para los americanos”. Pero Bush nunca ofreció nada a cambio de la adhesión, en una actitud propia de los que están acostumbrados a mandar pero no a negociar.

Y el kirchnerismo presentó el bloqueo al ALCA como una victoria política, aunque en los hechos no hizo más que repetir fórmulas históricas: así como en el siglo XIX la Argentina no se encolumnaba con Estados Unidos porque en realidad estaba mirando a Europa, en los primeros años de esta centuria sus expectativas se fijaron en Asia, especialmente en China, a raíz del “boom” de la soja.

Por eso el nivel de la representación argentina en Washington fue bajando ostensiblemente en los últimos años, en los que descuidó verdades elementales de la arquitectura diplomática internacional. Por caso, el hecho de que Estados Unidos tiene el 16% de los votos en el plenario del Fondo Monetario y que las decisiones importantes de ese organismo se adoptan con el 85%, con lo cual queda claro que Washington tiene poder de veto.

PESADA CARGA

Con toda esa mochila simbólica a cuestas llegarán mañana al tribunal del juez neoyorquino Thomas Griesa los negociadores argentinos para enfrentar a los abogados del fondo NML, que dirige el magnate Paul Singer. En ese escenario, por cierto que no tiene ninguna relevancia el discurso patriótico que pueda vociferar un gobierno, pero el tono épico ha sido el sello distintivo del kirchnerismo y no habría que esperar que eso cambie en las postrimerías de su estancia en el poder.

A tal punto que no son pocos los dirigentes oficialistas que advierten que si Kicillof sale bien parado de la negociación con los “fondos buitre”, podría convertirse en un nuevo integrante de la amplia grilla de precandidatos a presidente por el Frente para la Victoria. Por supuesto que echan a rodar la versión como una forma de incomodar a Daniel Scioli, pero también para enviar un mensaje a otros dirigentes propios, como el múltiple ministro Florencio Randazzo.

La fragmentación oficialista es tan grande que grupos como el Movimiento Evita, que apoyó a pies juntilla al matrimonio Kirchner en la última década, sostiene ahora que tiene en Jorge Taiana a un candidato propio a la Presidencia. El ex canciller viene impulsando un debate interno sobre lo que a su juicio debe ser el “tomo II” de la etapa kirchnerista, que con cierta autocrítica se basaría en la sanción de una Ley de Servicios Financieros, una reforma tributaria y el reemplazo de la Anses como instrumento de financiamiento, para crear en cambio una réplica del BANADE brasileño.

Esa lógica no es, por cierto, la misma que aplican los economistas que rodean al gobernador Scioli, que en la semana debió “tragarse el sapo” de condenar un supuesto “linchamiento mediático” contra Amado Boudou en un documento que firmaron todos los presidenciables del PJ bajo elocuente la redacción del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Lo hicieron al mismo tiempo que los diputados del FpV rechazaban la apertura de un juicio político al Vicepresidente acusado de corrupción.

Aunque todos ellos entienden, en su fuero íntimo, que el “caso Boudou” no se podrá frenar con un simple acto de voluntad política, por más que éste emane de la máxima autoridad del país. De hecho, existe una alta probabilidad de que el Vice reciba un segundo procesamiento por la causa en la que se le imputa haber adulterado los papeles de un automóvil. El juez Claudio Bonadío tendría previsto indagarlo el 16 de julio, justo cuando Cristina Kirchner lo debería dejar a cargo del país para viajar a Brasilia a la reunión de los países que integran el grupo de los BRICS.

A su vez, el juez Ariel Lijo -a quien el Gobierno objetó su presencia en la embajada norteamericana para los festejos del 4 de julio- avanza en el expediente que investiga si el Vice se enriqueció en forma ilegal desde que llegó a la función pública nacional. Boudou debería ejercer nuevamente esta semana la presidencia de una sesión del Senado, pero eso está por verse porque la oposición amenaza con retirarse del recinto hasta que no aclare su delicada situación judicial.

El propio Miguel Angel Pichetto, el influyente titular del bloque oficialista de la Cámara alta, debió ponderar días atrás que hasta ahora la oposición no paralizó la actividad parlamentaria, casi a modo de agradecimiento porque bien pudo haberlo hecho por la magnitud de las acusaciones que pesan sobre el Vicepresidente. Entre la Cámara baja, en tanto, sorprendió la pobreza conceptual con la que Boudou fue defendido por los diputados kirchneristas, que se remitieron a acatar una “decisión política” de la Presidenta y a denunciar un supuesto intento de desestabilización institucional.

EN LA OPOSICION

En cambio, tuvieron una actuación destacada figuras del conglomerado de Unen, como Elisa Carrió, que manejan a la perfección la dinámica política de la lucha contra la corrupción. Aunque ese nivel de exposición -y de comunión con el pensamiento mayoritario de la sociedad en este tema puntual- no se traduce por el momento en apoyo electoral, de acuerdo a los sondeos conocidos. Distinta es la situación de Mauricio Macri, el jefe del PRO, que sigue creciendo en las encuestas de opinión.

Por eso cada vez se habla más de un eventual entendimiento entre el alcalde porteño y los principales dirigentes de Unen, que de acuerdo a conversaciones aún reservadas podría incluir una alianza en la propia ciudad de Buenos Aires, como un gesto de Macri para conseguir apoyo radical a nivel nacional. En ese contexto, el nombre de Martín Lousteau está presente en todos los conciliábulos, porque mide bien en las encuestas. También figura el de Gabriela Michetti. Existe una alta probabilidad de que Boudou reciba un segundo procesamiento por la causa en la que se le imputa haber adulterado los papeles de un auto

Pero el gran dilema del bloque no peronista sigue siendo la provincia de Buenos Aires. Aquí sigue siendo la tercera opción después del massismo y el kirchnerismo, en buena medida porque no encuentra una figura que canalice las expectativas de cambio que mayoritariamente expresó electorado el año pasado.

Tampoco que despierte en los ciudadanos una empatía con las penurias que padecen a diario a raíz de los aumentos de precios y la inseguridad, con el agregado de hechos muy preocupantes como la aparición en el Conurbano de un rotavirus que afecta a los bebés y por el cual se verificó -como en el resonante caso de la Gripe A- una lenta reacción de las autoridades sanitarias.

En suma, una realidad desconectada de las “grandes causas” en las que se suele embarcar la dirigencia nacional, que luego dice no comprender por qué las banderas argentinas se multiplican cuando una selección de fútbol despierta la ilusión popular y se ausentan a la hora de conmemorar las gestas patrióticas como la Independencia de 1816.

Twitter: @mnspezzapria