Sabella tiene decidido no seguir en la Selección pase lo que pase

ALEJANDRO SABELLA, A PURA INDICACIÓN, EN UN PASAJE DEL PARTIDO ENTRE ARGENTINA Y BÉLGICA EN BRASILIA

ENVIADO ESPECIAL Nicolas Nardini

Alejandro Sabella es un entrenador que madura sus decisiones con mucho tiempo. No se trata de una persona impulsiva que actúa por impulsos espasmódicos. Mas bien todo lo contrario. Es un personaje sereno, que casi nunca muestra vaivenes emocionales o desbordes anímicos.

En ese contexto y luego de pensarlo durante varias semanas y hablarlo en su fuero más íntimo, ese al que acceden muy pocas personas, tomó la decisión más trascendente de los últimos años para su carrera profesional: dejará el cargo de la Selección Argentina tras la experiencia mundialista en Brasil.

Para Sabella, ya es cosa juzgada. Lo meditó durante mucho tiempo, lo consultó con su familia y sus amigos más cercanos. Y en las últimas horas se lo hizo saber a Julio Humberto Grondona, el mandamás de la calle Viamonte.

Sabella puso orden en un equipo que venía de dos ciclos caóticos, el de Diego Maradona y luego el de Sergio Batista, por lo que los hombres del plantel valoran la disciplina en la gestión

Hoy por hoy la cuestión no tiene marcha atrás. Si bien no trascendieron los detalles más íntimos que llevaron al ex entrenador del Pincha a tomar semejante decisión, la cuestión estaría emparentada con el desgaste psicológico y emocional que significa para un técnico estar al frente de una de las selecciones top a nivel mundial y, con la presencia de Lionel Messi, prácticamente la número uno a nivel mediático.

Los primeros en enterarse de la decisión de Sabella fueron los miembros de su familia.

Se sabe que el DT que llevó a Estudiantes a ganar la Libertadores de 2009 es muy celoso de su intimidad familiar y fueron ellos los primeros en enterarse de la noticia.

En la misma línea, luego puso en conocimiento de la cuestión a sus colaboradores más cercanos, Julián Camino, Claudio Gugnali y el profesor Pablo Blanco, con quienes no tiene sólo in vínculo laboral, sino que además los une una fuerte corriente de amistad.

La locura de viajes y entrenamientos de la Copa del Mundo no fue excusa para que, en los momentos de sosiego en alguna concentración, Sabella le dijera a los suyos que tras este maratónico Mundial dará un paso al costado como entrenador del conjunto nacional.

Tras el Mundial, su idea sería tomarse un semestre sabático para descargar todas las tensiones acumuladas durante las duras Eliminatorias Sudamericanas y la inconmensurable responsabilidad de orientar tácticamente a Argentina durante la cita ecuménica, en un país donde residen 40 millones de entrenadores.

DON JULIO MOVERA FICHA

La noticia tomó por sorpresa al número uno de la AFA. Julio Humberto Grondona no quiere saber nada de la marcha de Sabella y ya empezó, aquí mismo en Brasil, el operativo seducción para que “Pachorra” siga al mando del banquillo albiceleste.

Sabella no solo tiene un aval especial de parte de “Don Julio”, sino que es un entrenador sumamente querido en todo el entorno familiar del titular afista.

No son pocos lo que recordaron en las últimas horas la adoración que tenía por el DT Nélida Paríani, quien fuera la compañera de toda la vida del presidente de la AFA, quien hasta sus últimos días mostraba su felicidad por el hecho de que el ex andante de Passarella estuviera al frente de la Selección.

dos cartas

Grondona tiene dos cartas. La primera es la parte sentimental. Recordar todo lo que insistió su familia para que Sabella fuese el entrenador albiceleste, a contramano de buena parte del mundillo de fútbol porteño, que nunca dejó de hacer lobby por Carlos Bianchi.

Y la segunda, pasará por mandar a varios referentes del plantel a hablar con el técnico para convencerlo de que siga. Messi y Mascherano, los dos hombres que dominan el vestuario del seleccionado, serían los interlocutores nominados para ablandar al DT en su postura y seducirlo para que continúe en su cargo.

Vale recordar que Sabella puso orden en un equipo que venía de dos ciclos caóticos, el de Diego Maradona y luego el de Sergio Batista, por lo que los hombres del plantel valoran la disciplina en la gestión del actual orientador táctico.

Sabella ya tiene la decisión tomada. Sus compañeros de cuerpo técnico ya lo saben y la postura parece indeclinable.

Hoy por hoy, el único que podría inclinar la balanza para modificar el cuadro de situación es el pope máximo de calle Viamonte. El tema recién se instala. Y pinta para ser comidilla de debate durante un largo período.