Dan por descontado que se pagará a los buitres

DOSVISITAS CLAVE PARA EL GOBIERNO.- EN MEDIO DE LAS NEGOCIACIONES PARA EVITAR UN “DEFAULT TÉCNICO”, EN LA ROSADA ESPERAN UN FUERTE APOYO ECONÓMICO DE CHINA Y RUSIA CUANDO LLEGUEN AL PAÍS SUS PRESIDENTES XI JINPENG Y VLADIMIR PUTIN, RESPECTIVAMENTE

Por Raúl Vives

L as disertaciones de Axel Kicillof en la OEA, así como la del canciller Héctor Timerman, y los respaldos de varios países de la Región por el conflicto de la Argentina con los fondos buitre, han generado un clima interno de euforia en el Gobierno.

Es difícil de entender esas expectativas, en especial por la precaria situación que afronta el país, al borde de ingresar en otro default, y porque los datos de la economía siguen en baja, con problemas cada vez más intensos en materia de empleo, de fuerte caída de la demanda, con empresas que comienzan a enfrentar situaciones de cesación de pagos, adicional a las dificultades conocidas con el dólar, la inflación y los déficit fiscales, energéticos y de balanza de pagos.

NO EVITAN EL FALLO

La tardía movida diplomática sobre la OEA y semanas atrás en la ONU, además de otras previstas en esta semana, no podrían modificar el fallo de Griesa, pero servirían al gobierno de Cristina Kirchner para tener una cobertura mediática y seguir manteniendo el relato de que su gobierno es víctima de una embestida de los poderes financieros, en especial de los estadounidenses.

Todo esto al mismo tiempo que ya estaría decidido cumplir con el pago establecido por la sentencia de Nueva York , aunque habría entre tanto juegos de artificios con la meta de minimizar los costos políticos internos.

Como se dijo en esta columna, el establishment financiero y en la mayoría de los bancos que están en el mercado de bonos de la Argentina, como el JP Morgan, Deutsche, Morgan, entre otros, y también en el mundillo diplomático, se da por descontado que Cristina Kirchner terminará pagando y cumpliendo con el fallo de Griesa.

Esto explica que los bonos y la Bolsa argentina no hayan recibido el impacto del riesgo de default y se hayan recuperado sus precios, incluso bajado el riesgo país.

VISITAS BISAGRA

Pero volviendo sobre el optimismo oficialista, el escenario de negociación de los fondos buitre se complementa con dos visitas que en el cristinismo se interpretan como una bisagra en las expectativas económicas: una es la del presidente ruso, Vladimir Putin a fines de esta semana y otra es la del presidente chino, Xi Jinpeng hacia el 18 de julio.

Esto explica que los bonos y la Bolsa argentina no hayan recibido el impacto del riesgo de default y se hayan recuperado sus precios, incluso bajado el riesgo país

En el Gobierno creen que el paso de los mandatarios de China y de Rusia por la Argentina coincidirá con un fuerte apoyo económico que se traducirá en millonarias inversiones de empresas de estos dos países.

Los recursos irían en especial a energía y petróleo y permitirían a la Argentina recuperarse de su actual estrechez financiera y de reservas internacionales en el Banco Central.

Putin aterrizará en Buenos Aires de paso a Brasil en donde asistirá a la final del mundial de fútbol en el Maracaná y luego en la cumbre de los países miembros de los BRICS en Fortaleza.

Las versiones oficiosas hablan del interés ruso en el negocio del gas, de inversiones de Gasprom y también en generación de energía.

REPRESAS

En cuanto a Xi Jinpeng, las expectativas están depositadas en desembolsos para las represas de Santa Cruz, Kirchner y Cepernic, ahora paradas por la ausencia de financiamiento.

En los corrillos oficiales se menciona una y otra vez a YPF y Vaca Muerta en relación a estas visitas.

Y los comentarios se vinculan a las dificultades de Miguel Galuccio, el titular de YPF, para avanzar con su proyecto y la designación de una colaboradora de Kicillof al frente de la Secretaría de Energía.

Si fueran ciertos esos comentarios, el ministro de Economía estaría torciendo el brazo al proyecto de Galuccio, para avanzar hacia otra política petrolera, con una YPF menos empresaria y más estatal y sostenida menos en la eficiencia y el financiamiento externo de su inversión.

El modelo que se imaginan en el Palacio de Hacienda es de una YPF estatal asociada a algunas de sus hermanas latinoamericanas, de Ecuador, Venezuela e incluso de México.