Florencia, una alumna brillante que nunca quiso saltear etapas

Cierta vez, Florencia Bottazzi le preguntó a sus profesores si podían dejar de decirle las notas en voz alta, y ellos accedieron a comunicárselas “aparte”. Es que siempre sacaba 10, y sentía un poco de vergüenza ante sus compañeros.

“Es que ella es muy responsable, madura, pero sobre todo, sencilla, por lo que no quiere sobresalir sino compartir todo a la par de sus compañeros”, dicen aquellos que conocen bien a la adolescente de 17 años, quien se encuentra en el último curso de secundaria del Colegio Agustín Roscelli de Los Hornos.

Pero Florencia sobresalió desde pequeña. Y es por ello que llevar la bandera argentina ya es una sana costumbre para la joven que el año entrante comenzará a estudiar licenciatura en Letras.

“Hizo el jardín, la primaria y la secundaria en el mismo colegio, y siempre fue abanderada”, cuenta orgullosa su madre Rosa, aunque resalta que “tanto a mi como al padre -Carlos Alberto- lo que más nos interesa es que es una muy buena persona, solidaria, simple, compañera”, resalta.

Con 10 de promedio, a fines del año pasado Florencia recibió la bandera de manos de quien egresó como abanderado del colegio hornense. Al finalizar el primer trimestre de este curso, en el boletín se repitió en todos los casilleros el mismo número: 10. Una alumna brillante, orgullo también de la institución.

Apasionada por la lectura y la escritura, la mejor alumna de la escuela de 149 y 65 regresó hace poco del viaje de egresados. Antes de partir, una anécdota -una más- dejó en claro que Florencia no confunde responsabilidad y madurez con ‘adelantar’ tiempos.

“Casi todas las madres se dirigían a ella, le decían esto y aquello, como si fuese la encargada de cuidar de sus compañeros, hasta que un día respondió: Yo también soy adolescente”, recuerdan cerca de la futura estudiante de Letras.

Puertas adentro de su casa, lejos de las aulas, la joven se pasa horas y horas leyendo. “El mejor regalo que pueden hacerle es un libro. Tiene su propia colección, de Borges, Kundera. Y si se trata de comprar, compra libros”, dice su madre.

No obstante, como a veces se hace “cuesta arriba” para el bolsillo, Florencia se hizo socia de “dos bibliotecas de Los Hornos y de una del centro”, agrega.

UNA JOVEN PREMIADA

En tanto, por su afición a la escritura también recibió un importante reconocimiento. Su poema “Tercer día de abril”, inspirado en la inundación del 2013, fue galardonado con el premio provincial “Ginés García”.

Además obtuvo otra distinción por un cuento que presentó en un concurso platense.

La abanderada del Roscelli supo practicar danza, aunque a raíz de una pequeña lesión “tuvo que dejar y comenzar con pilates, por recomendación médica”, detalla Rosa, quien comenta que Florencia vive junto con ella, su papá Carlos Alberto -empleado público-, y que tiene tres hermanas mayores “por parte del padre”.

“Nunca le estuvimos encima con el estudio. Siempre salió de ella hacer la tarea. Y ahora dedica mucho tiempo a investigar por su cuenta, más allá de los contenidos que le dan en el colegio”, comentan en la casa de la joven, y añaden que “le interesan distintos temas, incluso la política; está informada sobre todo lo que pasa y tiene su propia opinión sobre las cosas”.

A punto de cumplir los 18, Florencia resalta que la música forma parte importante de su vida cotidiana. El rock alternativo -Damon Albarn, The Verve-, el pop-rock inglés -Oasis- y el punk clásico -The Clash- son sus géneros preferidos.

Pensando a futuro, la enseñanza y la investigación están en su horizonte. Humanidades recibirá a una alumna brillante, inquieta y con iniciativa propia.