Cuando entró, Graciani se paró por derecha y fue alternativa

La repentina salida de Jonathan Silva, a punto de firmar su transferencia al Sporting de Lisboa, y las postergadas incorporaciones de Gabriel Graciani y Diego Vera le complicaron el panorama a Mauricio Pellegrino, a quien el encuentro de la víspera con la Fiorentina seguramente le despertó una serie de interrogantes sobre las que deberá trabajar en la última semana que le queda antes de comenzar el campeonato oficial contra Arsenal de Sarandí.

Más allá del caso Jonny, en cuya posición el entrenador tendrá que ver a quién pone para que la defensa no pase a ser un problema, las actuaciones cumplidas ayer en el Estadio Ciudad de La Plata por Gabriel Graciani, Sebastián Prediger y Diego Vera, quienes ingresaron en el transcurso del segundo tiempo, es probable que haga pensar al entrenador sobre los beneficios que podría ofrecerle la ubicación de Graciani como volante por la derecha.

Graciani, que llegó procedente de Colón de Santa Fe al cabo de una extensa negociación, suplantó a Gil Romero cuando se cumplían 28 minutos del complemento, se recostó como volante por la derecha y causó una buena impresión. Inteligente para tratar de mostrarse liberado de marcación y con panorama para ganar metros siendo parte de las combinaciones posibles, el joven refuerzo sacó un aprobado.

Un escalón por debajo del Toro, y continuando con el análisis de lo mostrado en cancha, y en el plano individual, por los refuerzos que llegaron al plantel de Pellegrino, estuvieron Prediger y Vera. Ambos entraron a los 11 minutos del complemento, por Aguirregaray y Auzqui, respectivamente.

El Perro se instaló como volante central, dejando ver que conoce la posición; mientras que el uruguayo hizo lo posible para que certificar su chapa de goleador.