Las especies más raras descubiertas en el mundo integran un ranking con jurado local

DRA. CRISTINA DAMBORENEA JEFA DE LA DIVISIÓN DE ZOOLOGÍA DE INVERTEBRADOS DEL MUSEO DE CIENCIAS NATURALES DE LA PLATA

Un mamífero carnívoro que parece la cruza entre un oso y un gato montés, una avispa tan pequeña que sólo se la ve por microscopio, una anémona capaz de sobrevivir debajo del hielo antártico, un fantasmagórico caracol que habita en las profundidades del mar... algunas de las especies más raras descubiertas en el mundo a lo largo del año pasado fueron seleccionadas para integrar un curioso ranking del que participó una investigadora de nuestra ciudad.

Propuesto por el Instituto Internacional para la Exploración de Especies (IISE por sus siglas en inglés) el ranking de las especies más curiosas descubiertas durante el último año constituye una iniciativa que busca mostrarnos que nuestro planeta sigue lleno de sorpresas y que es necesario comprometerse más con su cuidado para lograr su conservación.

Con ese propósito, la Universidad de Arizona, sede del Instituto, convoca cada año a once prestigiosos investigadores de diversos países a fin de integrar el jurado que estará a cargo de esa selección. Los criterios seguidos para ello son “el impacto visual, el tamaño extremo, los hábitats exóticos y los ciclos de desarrollo atípicos, entre otras características que llamen la atención”, explicó a la Agencia CyTA la doctora Cristina Damborenea.

Jefa de la División de Zoología de Invertebrados del Museo de Ciencias Naturales de La Plata e investigadora del CONICET, Damborenea, junto al doctor Marcelo Rodrigues de Carvalho de la Universidad de San Pablo, fueron los únicos representantes de América Latina convocados para integrar el jurado del ranking en su última edición.

SELECCIONADOS

Entre las especies seleccionadas para integrar el Top Ten anual se encuentra el Arbol Dragón (Dracaena kaweesakii), una especie que a pesar de los doce metros de altura pasó inadvertida en las montañas de Tailandia hasta ser descubierta el año pasado cuando ya se encuentra en jaque su conservación.

El jurado también incluyó un camarón con aspecto de esqueleto (Liropus minusculus). El más pequeño de su género, este diminuto crustáceo que mide unos 3 milímetros de largo y fue hallado frente a las costas de California tiene un cuerpo transparente que permite observar su interior.

También entró en la lista de las diez mayores curiosidades descubiertas el año pasado un gecko camaleónico (Saltuarius eximius). Gracias a una cola muy ancha con forma de hoja que le ayuda a camuflarse con enorme éxito, esta especie había logrado pasar inadvertido en los bosques australianos hasta hoy.

Pero acaso una de las mayores curiosidades descubiertas en 2013 sean los llamados microbios espaciales (Tersicoccus phoenicis). Descubiertos en las asépticas salas de ensamblaje de naves espaciales, estos microorganismos podrían colonizar otros planetas debido a una extraordinaria resistencia que les permite soportar temperaturas y niveles de PH extremos.

Otra de las rarezas incluidas en la lista es la Edwardsiella andrillae, la primera especie de anémona descubierta bajo un glaciar. Hallada en la Antártida, debajo de la barrera de hielo de Ross, no está claro aún cómo soporta un hábitat tan extremo.

El jurado también seleccionó entre los diez especies más curiosas a un protozoo hallado en Murcia, España, que constituye un verdadero gigante entre los organismos unicelulares ya que puede alcanzar hasta los cinco centímetros de altura y se comporta en forma similar a las esponjas carnívoras.

Aunque unicelular, este protozoo llega a ser varias veces más grande que otra integrante de la lista, la Tinkerbella nana, una avispa hallada en Costa Rica que con 0,2 milímetros de largo constituye el insecto más pequeño del mundo. Aunque de aspecto espeluznante, fue bautizada por sus descubridores en honor a Campanita, el hada amiga del Peter Pan.

POR LA BIODIVERSIDAD

Hasta la fecha se conocen en el mundo cerca de 1.900.000 especies animales y vegetales, a las que cada año se le suman otras 16.000, en su mayoría insectos. Pero mientras miles de especies continúan sin ser descubiertas en las regiones más recónditas del planeta otras tantas se pierden definitivamente por la intervención del hombre sobre sus hábitats incluso antes de que se las llegue a conocer.

“Los científicos creen que aún hay 10 millones de especies por descubrir, cinco veces más que el número conocido por la ciencia hasta hoy”

“La tasa actual de extinción de especies como resultado de la acción humana llega a ser mil veces superior a la que se produce por causas naturales”, señala la doctora Cristina Damborenea al destacar la importancia de la nominación anual de especies para tomar conciencia acerca de la crisis que enfrenta la biodiversidad del planeta y la importancia de su conservación.

En este sentido, el ranking anual de nuevas especies curiosas, que el IISE viene realizando desde el año 2008, intenta llamar la atención sobre descubrimientos que se hacen incluso aún cuando las especies se extinguen más rápido de lo que se las llega a identificar.

“La mayoría de la gente ignora la dimensión de la crisis de la biodiversidad -sostiene el doctor Quentin Wheeler, director fundador del IISE-. Los científicos creen que aún hay 10 millones de especies por descubrir, cinco veces más que el número conocido por la ciencia”.

“Cada año una pequeña comunidad de taxonomistas y curadores mejora sustancialmente nuestros conocimientos sobre la diversidad de la vida y las formas maravillosas en que las especies se han adaptado para sobrevivir”, agrega Wheeler, quien menciona que el Ranking es también “un homenaje a esos héroes anónimos que se esfuerzan por inventariar las plantas, animales y microbios de la Tierra como parte de la lucha por defender la biodiversidad”.

ESPECIES CRIPTICAS

Dentro de la biología, la taxonomía es la disciplina que se encarga del estudio de la diversidad como resultado de la historia evolutiva. Esto incluye no sólo la descripción de nuevas especies descubiertas en el planeta sino también el estudio de los procesos que generan y mantienen la biodiversidad.

En su búsqueda por comprender los patrones evolutivos del algún grupo biológico o durante el relevamiento de cierta área geográfica, los taxónomos pueden encontrar especies no descriptas. Su trabajo en ese caso consiste en describirlas siguiendo nomas internacionales para que la especie sea reconocida por la comunidad científica como valida.

Si bien no existen lugares específicos donde se concentran los hallazgos de nuevas especies animales vegetales, “sabemos que diferentes regiones de nuestro planeta, por sus características especiales, albergan una altísima diversidad. Estos lugares se califican como megadiversos y es de esperar que numerosas especies provengan de ahí. Pero fuera de esas áreas megadiversas hay grandes regiones que todavía deben ser exploradas en profundidad”, cuenta la doctora Damborenea.

A su vez, “cada año se describen también nuevas especies en áreas aparentemente bien conocidas. Esto se debe a que hoy contamos con nuevas herramientas que nos permiten discriminar mejor especies que no fueron reconocidas en su momento por ser extremadamente semejantes entre si en apariencia, comportamiento, etc., pero que se hallan aisladas reproductivamente. De hecho -agrega la investigadora-, muchas de las especies descriptas cada año son especies crípticas que recién ahora somos capaces de reconocer”.