Detalles de una noche de terror en la vivienda de un médico en Gonnet

LA VIVIENDA DEL MÉDICO, QUE EL SÁBADO A LA NOCHE SUFRIÓ UNA TERRIBLE ENTRADERA EN GONNET. TEMIÓ POR SU PAREJA, QUE ESTÁ EMBARAZADA. LO AMENAZARON, LO GOLPEARON Y LE ROBARON HASTA EL AUTO

La preocupación por las “entraderas” no cesan en La Plata. El procedimiento ya es conocido por todos: cuando alguien está ingresando a su domicilio, los ladrones aparecen de la nada y comienzan a desplegar su violento accionar.

Como adelantó este medio en su edición de ayer, un vecino de Gonnet sufrió un asalto de esas características.

Dos delincuentes abordaron a la víctima, mientras ésta pretendía acceder a su vivienda.

Los asaltantes lo golpearon repetidas veces, le robaron cuantiosos objetos de valor y huyeron en su auto, que anoche seguía sin aparecer.

Pablo, un psiquiatra forense de 43 años, que vive en 506 entre 24 y 25, estaba regresando al inmueble luego de haber ido al cine con su pareja y allegados a la mujer.

Según le contó ayer a EL DIA, mientras toda la familia se había quedado a esperarlo en un restaurante del Centenario, “volví a mi casa para encender las luces y que no estuviera tan oscuro cuando regresáramos de cenar”.

Tristemente, las cosas no salieron como habían sido pensadas.

Pablo ya había llegado a su casa y se encontraba abriendo el portón de entrada. En ese preciso momento, el hombre sintió el ruido de una moto que se acercaba.

Ni bien se dio vuelta para tratar de ver que sucedía, una persona le saltó encima.

“Ya había abierto el primer pistillo, cuando escuché a la moto que se acercaba. Miré y un tipo se me vino encima. Me fui para atrás tratando de meterme dentro del terreno, pero me patearon y me tiraron al piso”, narró el profesional.

Sin perder un instante, los asaltantes encañonaron a la víctima y comenzaron a amenazarlo.

“Me pusieron una escopeta recortada en la cabeza, los dos tipos tenían la cara cubierta. Yo seguía en el piso. Ahí me empezaron a decir que abriera la puerta”, continuó el damnificado.

Tras ingresar al domicilio, los delincuentes tendieron a la víctima en el piso de la cocina, de cara al suelo, golpeándolo al menor indicio de movimiento.

“No querían que les vea las caras, ni nada por el estilo. Si me movía un poco, me pegaban culatazos en la cabeza. Eran violentos, pero se notaba que no estaban drogados. Hacían preguntas muy puntuales”, informó el hombre, mostrando los lugares donde recibió los golpes.

Ademas de la agresión física, los ladrones le preguntaron dónde guardaba el dinero y los elementos de valor.

Luego de recibir las indicaciones del dueño de casa, los asaltantes reunieron el botín.

“Juntaron todo lo que pudieron, las cosas portables, un televisor, laptops, cámaras, tarjetas de crédito, documentos, mi billetera y mi celular. También había un poco de plata en efectivo que guardo en mi casa, pero no era mucho”, aseguró.

Ya con todo en su poder, los delincuentes ataron a la víctima con precintos, lo subieron por la escalera y lo dejaron en su pieza.

Después, los dos ladrones cargaron todas las pertenencias en el auto de la víctima, un Ford Fiesta Kinetic, y huyeron a gran velocidad.

Pablo logró desatarse solo. Según sus dichos, luego de zafarse de las ataduras y salir de su casa, se contactó con un vecino para que este le avisara a su pareja lo que estaba pasando.

Luego se comunicó con las autoridades policiales para radicar la pertinente denuncia. Afortunadamente, su mayor preocupación no se hizo realidad: “Tenía miedo de que los tipos se quedaran y que llegara mi mujer. Ella está embarazada y no quería que le pasara algo”, concluyó.