Teatro integrado, una experiencia “a sala llena” en la Universidad

Para la mitad del elenco, era la primera vez que saldrían a dormir fuera de sus casas, “de gira”. Y lo hicieron desde su San Martín, en el Gran Buenos Aires, hasta La Plata, donde los esperaba el desafío de enfrentarse con su arte ante un nuevo público. Y ya aquí, con el apoyo de la Universidad Nacional de La Plata, se presentaron durante dos días con su obra y a sala llena, en lo que fue todo un éxito.

No sería algo muy novedoso para cualquier compañía teatral si no fuera porque la mitad del elenco está integrado por personas discapacitadas que encontraron en la actuación otra forma de expresarse.

“La compañía no tiene una finalidad terapéutica -explicó Roxana Bernaule, directora de la obra que presentaron en la sala del Taller de Teatro de la UNLP- sino que nuestros objetivos son artísticos. Pero como el arte transforma y modifica, lo terapéutico también deviene, ya que con el teatro estos actores con discapacidad encuentran para sí una mayor independencia, seguridad y confianza, además de una mirada social que los transforma a ellos y también a sus familiares”.

“Inclusive salir de su lugar de todos los días sin el acompañamiento de sus familias -señaló por su parte Micaela Picarelli, codirectora de la obra y coordinadora del grupo- era para ellos algo impensado tiempo atrás. Pero gracias al teatro lograron atravesar la fascinante experiencia de dormir fuera de sus hogares, y con el fruto de su trabajo pudieron costear la estadía y conocer una ciudad como La Plata”.

EL IMPACTO EN EL PUBLICO

“Para nosotros también fue una experiencia muy buena -destacó Pablo Pawlowicz, director ejecutivo del Taller de Teatro de la UNLP- porque fundamentalmente el arte implica inclusión, y este tipo de teatro transforma a todos. Y fue increíble observar como estos actores lograron también transformar al público platense, que en las dos funciones que se organizaron agotó las plateas”.

“Para ellos y para nosotros resultó una experiencia apasionante -señaló Maricel Beltrán, directora artística del Taller de la UNLP- ellos querían actuar en otra ciudad y nosotros los recibimos con mucho gusto. Desde que se comunicaron con la Universidad, en dos meses y medio organizamos todo. Es una delegación de 25 personas, muchos de los cuales salían por primera vez, y por suerte salió todo bien con el alojamiento, las comidas y las funciones. Y realmente, fue un gusto verlos actuar, porque lo han hecho con una gran verdad y una estética magnífica”.

Muchos de los actores que se sumaron a esta experiencia cuentan con antecedentes profesionales tanto en teatro como en televisión, pero cuentan que haberlo hecho con actores discapacitados es “conmovedor”.

“Yo me sumé a esta compañía hace unos años -destaca Verónica Irrazabal- y creí que podría ayudarlos. Pero actuando con ellos, me dí cuenta que era exactamente al revés, que ellos me estaban ayudando a mí”.

“Todos tenemos capacidades y discapacidades -apuntó Juan Guillermo Otalora- y todos aprendemos de todos. La diferencia es que a quienes convencionalmente se les llama “discapacitados”, tienen mucha más espontaneidad, y la verdad es que creo que nosotros aprendemos más de ellos que ellos de nosotros”.

“Y también -destacó Bernaule- el público aprende mucho. Porque la obra que se desarrolla es el resultado de un proyecto artístico-social que busca despertar en sus espectadores una mirada libre de prejuicios, abierta a la diferencia y al valor artístico que se desarrolla en ella”.