Abasto: sacaba el auto y atropelló a su hijita

Accidentes parecidos al que sucedió ayer en Abasto han terminado del peor modo. Por suerte, éste tuvo un final distinto. Una nenita de 2 años fue atropellada por su padre cuando éste sacaba el auto del garaje, pero la trasladaron rápido a un hospital y se recupera.

Ayer aproximadamente a las 13, el hombre iba al volante de su Peugeot 504. Alcanzó a completar un tramo corto en reversa, después de que otro hijo, de siete años, le abriera el portón de su casa de 209 entre 518 y 519. Entonces sintió el golpe de haber chocado contra algo.

Ni bien se bajó del vehículo notó que su hijita estaba tendida en el suelo, con sangre en la cara y muy dolorida.

La desesperación fue inmediata. Los dos padres cargaron a la nena al auto y aceleraron todo lo posible rumbo al el hospital de Romero.

Pero otra vez la suerte le fue esquiva. Por una falla mecánica, el vehículo se descompuso y quedó parado a una cuadra y media, sobre la 520.

El tiempo avanzaba con rigor, y la nenita seguía llorando sin consuelo: tenía el cráneo fracturado. Pero todavía faltaba para que los médicos dieran el parte. Aun restaban treinta cuadras para llegar al Alejandro Korn.

En el único lugar en que los padres encontraron una respuesta inmediata fue en la comisaría de Abasto, en 520 entre 212 y 213.

Con la nena en brazos la madre entró a la guardia de la seccional y suplicó ayuda. Una dupla de policías, entre ellos el jefe Ignacio Rosales, arrancó a todo motor en un auto particular hasta el centro médico, con la cooperación de otros oficiales que fueron cortando el tránsito para allanarle el rumbo hasta el hospital.

Si bien nunca quedó inconsciente, la niña sufrió traumatismos de distinta clase, entre ellos la fractura que le descubrieron con los minutos. A pesar de tratarse de una lesión grave, aparentemente saldrá adelante. Una vez que abandonaron el rol de ambulancieros y sus pulsaciones bajaron, los efectivos de Abasto volvieron a la seccional para dejar todo asentado por escrito.