Mezclan a chicos de escuelas de la UNLP para limar asperezas

PARA IR REDUCIENDO “RIVALIDADES SIN SENTIDO”, ALUMNOS DE LOS COLEGIOS SECUNDARIOS DE LA UNLP YA COMPARTEN CURSADAS

Con el objetivo de prevenir conflictos, los alumnos de 3° año de los colegios secundarios de la UNLP fueron mezclados para cursar Educación Física.

La experiencia piloto se puso en marcha en el presente ciclo lectivo, y apunta a que los chicos “desarrollen una identidad universitaria por sobre las identificaciones con cada colegio”, explicó a este diario la titular de la prosecretaría académica de la casa de altos estudios, Laura Agratti. En ese área comenzó a germinar la iniciativa a fines del 2013.

Cabe recordar que los enfrentamientos entre estudiantes de los distintos colegios, básicamente del Nacional y del Liceo, se convirtieron en los últimos años en moneda corriente y derivaron en algunos episodios muy violentos.

“Se comenzó por tercero porque había un piso común de contenidos y una carga horaria similar”, dijo Agratti, y anticipó que la idea es extender la propuesta a otros espacios curriculares. “En el último año, el Nacional, el Liceo y el Bachillerato de Bellas Artes ofrecen a los alumnos seminarios optativos, por lo que estamos trabajando para que esa oferta pueda ser común a los tres colegios”, apuntó.

Y ejemplificó: “En ese caso, si un chico del Nacional tiene interés por determinada disciplina artística, podría cursar un seminario durante un año completo en el Bachillerato”.

Volviendo a la experiencia de Educación Física, detalló que hay 3 grupos de varones y 3 de mujeres, y en cada uno “se mezclan estudiantes de las tres instituciones, que pueden estar a cargo de un profesor de cualquiera de ellas”.

Ahora comenzaron una etapa de evaluación del proceso, que tendrá como uno de sus elementos centrales una encuesta a los chicos para que den su opinión sobre la propuesta.

En la segunda mitad del año harán énfasis en la observación directa de los grupos que cursan en el campo de deportes. “Este es un desafío para los directivos y docentes, ya que nos permitirá replantearnos qué tipo de vínculos estamos proponiendo cada día desde los colegios”, subrayó.

“Formamos parte de un universo pequeño, de modo que no podemos dejar de llevar adelante estas experiencias para ir terminando con rivalidades sin sentido. Por ello, la pregunta de la que partimos es qué tenemos en común, más allá de la impronta de cada colegio”, concluyó Agratti.