Se abre un debate sobre las Paso

Tomando quizás como antecedente los últimos cierres electorales en los que la Casa Rosada lo dejó prácticamente sin chances de colar candidatos propios, el sciolismo salió ayer a plantear que en las Primarias del año que viene no sólo deben poder elegirse presidente y gobernador, sino también legisladores nacionales y provinciales.

El vocero de ese planteo fue Gustavo Marangoni, presidente del Banco Provincia y uno de los dirigentes de mayor confianza del gobernador Daniel Scioli. Dijo que las Paso “me parecen extraordinarias pero no deberían ser sólo para la fórmula presidencial”, sino “para todos los niveles de gobierno, para todas las listas de diputados, de senadores”.

“Los peronistas tenemos un déficit con la democracia, sobre todo con la interna. Somos un movimiento democrático en cuanto a la ampliación de derechos populares, pero todavía tenemos asignaturas pendientes en los mecanismos internos de participación y selección”, añadió.

Pero Marangoni fue mucho más explícito en cuanto a sus definiciones cuando se le preguntó si lo que se busca es impedir que pongan candidatos a dedo en las listas. “Exacto”, contestó. Y añadió: “Daniel (Scioli) ingresó en la vida política compitiendo en una interna con Toma. Yo creo en el valor de la competencia”.

No fue el único sciolista que salió ayer a plantear el tema. En esa sintonía se pronunció el senador provincial Alberto De Fazio. “En La Juan Domingo (la agrupación a la que pertenece) coincidimos en que las Paso deben ser para todas las categorías, presidente, legisladores nacionales y provinciales. Todas”, sostuvo a través de la red social Twitter.

LANZAMIENTO

El planteo del sciolismo llega en medio del lanzamiento de varios precandidatos a presidente en el Frente para la Victoria y ante la posibilidad, sustentada en los anteriores cierres electorales del oficialismo, de que la Casa Rosada pudiera intentar imponer listas únicas de candidatos a legisladores nacionales y provinciales.

Scioli y su sector sufrieron en los últimos armados la potestad de la lapicera de la que hizo ostentación el núcleo duro del kirchnerismo que impuso nombres y definió las listas.

Por caso, esa situación se traduce en la Legislatura donde el Gobernador apenas si cuenta con un puñado de espadas propias y en el Congreso, donde prácticamente no cuenta con legisladores afines.

La definición del sciolismo abre interrogantes en torno de qué actitud podría adoptar el propio Scioli en caso de que se vea impedido de confeccionar las listas que lo acompañarán, ya que pretende en esos armados reflejar los apoyos y acuerdos políticos, al menos en el ámbito bonaerense, con intendentes y diversos sectores partidarios.

Pero las declaraciones de Marangoni generaron un contrapunto con funcionarios nacionales cuando el titular del Bapro aseguró que “el progresismo en la Argentina es muy berreta” porque, consideró, “tiene poco sustento conceptual e intelectual” y dijo que “está empapado de un populismo de baja calidad”. Y acotó que “políticamente no tenemos que tener ningún empacho en definirnos como liberales” aunque aclaró que “en términos políticos”.

El que le salió al cruce fue el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. “Es imposible ser peronista y liberal”, disparó el funcionario nacional quien aseguró que liberalismo se asocia a “entrega, desempleo y exclusión”.

“Los proyectos liberales no pueden conjugarse con los movimientos populares como el peronismo, porque son como el agua y el aceite”, aseguró De Vido, y agregó que “si algo nos enseñó la experiencia de esta última década es que se puede ser peronista y progresista”.

Y afirmó que la presidenta Cristina Fernández “no necesita que le anden pegando codazos ni que le expliquen cómo tratar de desnaturalizar al peronismo para intentar aliarlo con proyectos políticos que vuelvan a concentrar la economía, generar pobreza y entregar el país”.