Pese al frío, los mosquitos “XL” ya zumban y atacan en la Ciudad

LOS ESPECIALISTAS SEÑALAN QUE LOS ABRUPTOS CAMBIOS DE TEMPERATURAS Y LAS LLUVIAS FAVORECIERON LA PRESENCIA DE ESTOS MOSQUITOS DE GRAN TAMAÑO QUE MOLESTAN EN LA CIUDAD

El invierno todavía no terminó y el frío aún se resiste a presentar la retirada, pero así y todo en la Ciudad ya se pueden ver cientos de mosquitos revoloteando a voluntad y zumbando con desparpajo por todos lados. Esta vez, sin embargo, producto de lluvias que se han vuelto más intensas con el paso del tiempo y de temperaturas cambiantes como la de los últimos días, su presencia por el aire platense llama la atención ya no por la cantidad sino por su tamaño: enormes y mucho más agresivos.

Si bien el mosquito por excelencia que puebla estos lados es el Culex pipiens, investigadores locales advirtieron que la especie que por estos días ataca con sed de verdaderos antropófagos a los platenses es el Ochlerotatus albifasciatus, una de las variedades más agresivas.

“Es extremadamente molesto”, apunta el biólogo platense e investigador de la CIC Juan García, para quien la presencia de esta suerte de mosquitos “Extra Large” se debe “a las lluvias más intensas que se precipitaron sobre la región en los últimos días y a las zonas inundadas que se terminan generando en distintas zonas de la Ciudad, además de un calor a veces inusual que termina acelerando el proceso de las larvas”.

Mientras las temperaturas volvieron a bajar y lo peor de las lluvias ya parece haber quedado atrás, los insectos proliferan como si no les importara el clima. El Ochlerotatus, se explica, suele aparecer precisamente en los períodos de inundaciones y sus ciclos se extinguen cuando comienzan los momentos de sequía, lo que significa que resisten los distintos hábitats por mucho tiempo.

Como todo mosquito, además, se desarrolla en criaderos naturales inundables, por lo que también es conocido como el “mosquito de inundación”, y pese a que sus ciclos de vida tienen entre 10 y 14 días, las lluvias continuas y el clima propicio pueden hacer que los huevos vuelvan a eclosionar y se reproduzcan nuevamente.

Según apuntan los especialistas, los que pican son las hembras porque necesitan las proteínas de la sangre para el desarrollo de sus huevos, introduciendo en este acto una sustancia que genera picazón, hinchazones y alergias. Claro que en otros sitios, también pueden acarrear enfermedades graves, según la zona del planeta, como malaria, dengue, encefalitis o fiebre amarilla.

“El mosquito platense común es el Culex pipiens -explica García-, que podemos ver alrededor de varias zanjas de la ciudad o en algunos parques. Puede resultar molesto pero no es tan agresivo como el que vemos ahora. Claro que el más peligroso es el Aedes aegypti, que es transmisor del dengue y que aparece en nuestra región a partir de noviembre y se mantiene hasta abril, cuando las temperaturas bajan”.

De acuerdo al experto, el Ochlerotatus albifasciatus es un mosquito silvestre que vive en los parques y en zonas alejadas del centro. Esta variedad pone huevos en el agua, que quedan allí cuando se secan los charcos y se activa cuando vuelven a formarse tras las lluvias.

“Llama la atención por su tamaño y no tiene problemas con la temperatura, dado que se reproduce entre los 3 y los 4 grados -explica García. Si hace calor, se acelera el ritmo evolutivo de la especie. Y si hace frío, resiste y se traslada a las casas. Con las lluvias de los últimos días, se generaron grandes charcos en las afueras de la Ciudad, sobre todo en el camino a Punta Lara, en la zona del Aeropuerto y en otros puntos de la periferia. Ahí están los focos, pero esta especie se traslada al casco urbano porque aquí nos encontramos la mayoría de nosotros, es decir su alimento”.