Romántica armonía

Con ambientes relajados, personales y cautivadores se trabajó la ambientación de esta casa que despliega en todos sus espacios armonía y toques de romanticismo.

Desde un principio, la idea de trabajo fue crear una atmósfera que invite a vivir cada espacio, que sea funcional pero sin descuidar la estética. Con esta premisa, Susana Piazza, diseñadora y fundadora de Cuatro Elementos, buscó una paleta variada que se maximiza en los detalles y accesorios.

En dos plantas se distribuyeron los ambientes para un matrimonio y sus dos hijos. Así, abajo están el living, el comedor diario, el comedor, el lavadero, la cocina comedor, el playroom, el toilette y una galería exterior; mientras que arriba se encuentran los cuatro cuartos, uno de ellos en suite con vestidor y otro pensado especialmente para los huéspedes con baño privado.

Para dejar en claro la idea de la vivienda, ya en el recibidor se planteó darle vida a la pequeña galería de piedra que da la bienvenida. Custodiada por dos faroles étnicos, la entrada deja pasar a un recinto externo amueblado con un banco de pino oregón patinado en verde y con almohadones de lino bordados en crudo. En el interior, el loby posee un dressoir rústico con dos jarrones blancos, acompañado por un cuadro metálico calado.

MUCHOS DETALLES

El paso siguiente fue el trabajo en el living, espacio colmado de detalles que estimulan la mirada. Uno de ellos es el viejo mueble que tiene su color original verde militar y es usado como una bodeguita. A su costado dos grande jarrones y sobre la pared se hizo un nicho para colocar fotos especiales de la familia. En otro rincón, un baúl rojo sostiene distintos objetos con distintos orígenes étnicos.

Buscando darle nueva vida al sofá, la interiorista decidió retapizarlo con un género de tapicería importado, mezcla de algodón y seda rústica opaca. Además, está adornado por ocho almohadones hechos en telar en tostado y crudo. La mesa baja es de madera y está acompañada por un banquito antiguo de dos cuerpos con tientos de cuero. En la otra cabecera, dos butacones redondos hechos con el corazón de la teca. También el sillón Berger fue restaurado: se le cambiaron los rellenos y se lo revistió con un diseño con arabescos. El piso es de algarrobo tratado, decapado y se le aplicó un proceso de Wash White.

En el comedor se apeló a la delicadeza y la simpleza de los materiales nobles. Así, la mesa es de formato cuadrado y está lustrada con laca poliuretánica. Alrededor de ésta, las sillas poseen fundas de lino y en las cabeceras hay dos silloncitos de rattán y madera. La araña de caireles cierra la propuesta.

DE TODOS LOS DIAS

El ambiente más amplio de la casa es la cocina – comedor. “Aquí la idea fue que tenga mucho movimiento, tanto para quien trabaja como para quienes comen en el lugar”, aseguró Piazza. Por eso, en el área del comedor, una mesa de madera patinada en blanco hace juego con las sillas que fueron tapizadas con un género floreado en bordó. Estos elementos entran en diálogo con dos aparadores antiguos que fueron modernizados con un decapé celeste.

En la zona de la cocina, una mesa con ruedas es utilizada tanto para trabajar como para apoyo. “Este mueble fue recuperado y pintado en blanco. Se lo modernizó con dos ganchos de hierro en forma de pajarito y luce encima un plato de loza con una campana rústica y artesanal”, agregó la diseñadora.

En el jardín, sobre un deck de madera, un antiguo juego de sillones de exterior fue recuperado y pintado en celeste. La mesa, también de hierro, fue tratada de la misma manera

La luz natural entra a través de unos vitrales trabajados en forma geométrica en las distintas gamas de azul. Detalle que se suma al aire retro de la vajilla que combina blanco y celeste.

“Un ambiente fundamental es el playroom, concebido como un área de recreación para toda la familia. Por eso, la caja totalmente blanca contiene los distintos espacios. Una gran biblioteca blanca tratada con decapé y personalizada con herrajes antiguos fue elegida para sostener el LCD y accesorios retro que brindan calidez. Frente a ésta, una mesa baja cuadrada totalmente de madera que hace juego con cuatro sillitas de distintas alturas. Debajo, un kilim turco en tonos tierra y verde. El sillón, de grandes dimensiones, fue retapizado en un cuero especial para que tenga apariencia de añoso. Se suma el gran puff tejido en tono crudo y las luminarias realizadas en cuero (Costado)”, describió la profesional.

ESCALERA ARRIBA

El dormitorio principal posee un estilo muy despojado y sensible. Esto se refuerza con la blanquería, las mesas de luz sumamente net y la calidez de la madera. El vestidor es amplio y en color blanco; un gran espejo cierra el recorrido. Además, tiene un baño en suite al que se le dio una impronta romántica con los muebles patinados en verde claro, la bacha tipo antigua y el toallero vertical. Un biombo estampado con flores fue el elemento elegido para separar la parte más privada del baño.

Los cuartos de los niños fueron diseñados para que tengan cada uno su personalidad, pero que mantengan un lineamiento estético entre ambos. Así se logró una distribución equiparada en cuanto a la ambientación.

Por último, el toilette también tiene aires románticos. Algo que se da por la cortina de gasa, la bañera estilo retro, al igual que el lavatorio y la grifería. El toallero asemeja una rama de árbol y para completar la imagen se colgó una jaula de hierro con un pequeño pajarito en su interior. El espejo fue conseguido en una demolición y se lo restauró con un decapé en un tono que ase juego con la paleta del piso.

PUERTAS AFUERA

En la galería exterior se puede ver un precioso sillón totalmente tallado en su frente y otro que hace juego en su estilo. Los camastros que sostienen fueron hechos especialmente a medida y de manera similar a los viejos colchones con funda en lino y un cordón gordo imitando el estilo antiguo. Los almohadones fueron teñidos en colores exclusivos a mano siguiendo la idea de combinar el natural y el celeste. Para proteger a los visitantes del sol se instaló una cortina de gasa blanca.

En el jardín, sobre un deck de madera, un antiguo juego de sillones de exterior fue recuperado y pintado en celeste. La mesa, también de hierro, fue tratada de la misma manera. Al área de la parrilla se la equipó con una gran mesada para manipular la comida y una mesa con bancos largos para poder comer. Toda la vajilla repite la gama de colores: madera, natural y celeste.