Un gigante en la lucha contra el mal

Por alejandro Salamone

Cuando el histórico relator de “Titanes en el Ring” Rodolfo Di Sarli anunciaba la próxima pelea y nombraba al “Ancho” Rubén Peucelle, a todos los seguidores del inigualable show que montaba Martín Karadagián -hoy “niños” de más de 40 años- se nos erizaba la piel y se nos iluminaban las caritas.

Es que en esa división de “buenos” y “malos” que planteaba el gran armenio Karadagián con cada uno de los fantásticos e insólitos personajes, Peucelle era el símbolo de la lucha contra el mal, junto a otros tantos como José Luis, el Caballero Rojo, Don Quijote de la Mancha, el Súper Pibe y el payaso Pepino.

Cuando “Titanes” vino con su show al Club Atenas, allá por mediados de los ´70, recuerdo que cuando salió Peucelle fue una revolución de pibes alrededor de él, aplaudiendo y alentando para que ganara su pelea contra uno de los rivales más difíciles: “La Momia blanca”.

Ver a Peucelle era como ver al Increíble Hulk, era enorme y como dice su apodo “ancho, bien ancho”. Esa pelea contra la Momia la ganó, pero le costó mucho. Ese día, como tantos otros, el Ancho alegró la vida de miles de pibes.