Demasiado para los pibes

Por WALTER EPISCOPO

El partido de anoche sirvió como antesala del clásico del martes, tan esperado por todos. Igual había condimentos en este cotejo con el Halcón que revestían algún interés.

Por un lado, presenciar el primer partido nocturno con las nuevas torres de iluminación y disfrutar de esta obra en el “Juan Carmelo Zerillo”. Después, la posibilidad de ver a quienes nunca son titulares, y juveniles que empiezan a asomar. También la chance de poder empezar a sentir con el compañero de platea o del tablón, la expectativa por el clásico al que no podrán ir a ver. Hubo cánticos dedicados al rival ante la inminente llegada del clásico y el pedido de que hay que ganar “cueste lo que cueste”.

En la Techada el Bochi Licht, Barsottini, Nacho Fernández y Vegetti alentaban a sus compañeros y recibían pedidos para el martes.

El equipo “muleto” que puso Troglio arrancó bien, presionando, teniendo algunos pasajes interesantes sobre todo por el carril izquierdo. El hincha se entusiasmaba pero de a poco ese ímpetu se apagó.

Y llegó el primer gol de la visita que tampoco había hecho mucho, confirmando que a esta altura Defensa y Justicia se ha transformado en un antipático rival. Desde que se encontraron por primera vez en la temporada 2011-2012 en la B Nacional jugaron 5 veces y el Halcón gano todas (tres en el Bosque, una en Florencio Varela y la restante en 25 y 32). Una verdadero “karma” para el Lobo. El Chueco Yllana -un cinco de exquisito juego que brillo a mediados de los ‘90- era saludado por hinchas que lo reconocían mientras algunos iban por un café aprovechando el descanso. Cerca suyo, Gastón Díaz -hoy en Racing- debajo de un gorrito de lana pasaba desapercibido para muchos.

Adentro de la cancha los pibes del Lobo fueron con orgullo a buscarlo pero se encontraron con el segundo cachetazo y ya no se podrían recuperar. El equipo fue con más ganas que ideas y los cambios no pudieron torcer el destino del partido, que terminó 0-3.