Impacto de los aumentos de peaje y nafta

LA AUTOPISTA LA PLATA-BUENOS AIRES ESTÁ MÁS CARA PERO TAMBIÉN MÁS ÁGIL, A PARTIR DE QUE YA COMENZÓ A FUNCIONAR CON EL TERCER CARRIL EN LA MAYORÍA DE LOS TRAMOS

El reciente aumento del 30% de los peajes de la Autopista Buenos Aires-La Plata, sumado a los incrementos de las naftas del último tiempo, el costo para estacionar y el mantenimiento del vehículo, se conjugaron en un combo explosivo para el bolsillo de aquellos que viajan periódicamente en auto desde nuestra región a capital federal. El trayecto de la autovía es de 55 kilómetros de extensión. Los automovilistas platenses, por lo tanto, recorren como mínimo 110 km todos los días, en los que deben atravesar los peajes de Hudson y Dock Sud.

La semana pasada, el gobierno de la Provincia (que actualmente construye un tercer carril de circulación en ambos sentidos), dispuso un incremento del 35 por ciento del cuadro tarifario en los puestos de peaje.

En las horas pico -entre las 7 y 10 de Provincia a capital, y las 17 a 20 en sentido inverso- los conductores de la categoría 2 (vehículos estándar) pasaron de pagar $10 en Hudson, y $10 en el puesto de control de Dock Sud, a $13 en ambas cabinas. Para horarios de menor circulación, los montos de los peajes subieron de $8 a $10.

Es decir, que viajar 20 días ida y vuelta a capital federal, en horarios considerados pico, representa hoy un gasto de peaje de $1040 para ir y volver ($52 diarios).

Pero el costo de utilizar el automóvil desde La Plata no termina ahí. Falta el combustible. A principios de este mes el Gobierno autorizó un nuevo incremento del 4% en las naftas que ya acumulan alrededor de un 40% de suba en lo que va del año.

En el caso de la petrolera estatal YPF, el litro de nafta súper cuesta en las estaciones de servicio platense $12,18 el litro, y la premium $13,7, mientras que el gasoil premium saltó a $12,42 y el común está en $11,23 (ver gráfico).

En 110 km por día, un auto promedio (Volkswagen Gol) consume unos 11 litros. Así, en combustibles, el gasto mensual con nafta súper ronda los $2.700 (viajando 20 días), cuando en mayo la misma cuenta daba $2.420; mientras que con las premium el costo saltó de $2.725 a $3.016 en el mismo lapso de tiempo.

Así, entre peajes y nafta, los que utilizan la autovía en horas pico deberán disponer de un gasto fijo mensual mínimo de $3.740 contra los $3.220 que salía en mayo pasado antes de los nuevos incrementos de precios. En horario diferencial, el presupuesto asciende hoy a $3.500.

OTROS COSTOS

El panorama vial, muchas veces con embotellamientos y demoras, no solo no cambia al llegar a Buenos Aires, sino que suele compli carse más. En ese sentido, quienes viajan habitualmente aclaran que “para circular por el microcentro de capital federal en hora pico hay que contar con una oblea que lo autoriza y vale 300 pesos. Hay momentos que cierran zonas por saturación y solo pueden ingresar aquellos que cuentan con esa oblea que instrumentó el gobierno porteño.

Además, estacionar vale unos 90 pesos más de tres horas, pero al aire libre. Las cocheras cerradas superan los 100 pesos por tres horas.

Y si hay que comer allá se gasta entre 50 y 80 pesos, según el menú, “y eso dentro de todo es barato”, recalcan platenses que viajan siempre por razones laborales.

Asimismo hicieron mención a algunos gastos que aquellos que deberían tenerse en cuenta: “Hay que reforzar los cristales de los vehículos porque al pasar por algunos asentamientos se puede sufrir ataques a piedrazos”, sostuvieron.

MICRO, COMBI Y SUBTE

El pasaje en colectivo vale 25 pesos y el subte 4,50 pesos. Es decir que diariamente para ir y venir en esos medios de transporte se gasta 58 pesos diarios que, en veinte días laborales al mes, representan 1.160 pesos.

“Los primeros años elegía viajar en auto pero ahora realmente es estresante y caro”, dice Soleda d L., que se desempeña como nutricionista perito en el ministerio público o Defensoría del pueblo del gobierno porteño, y agrega: “además se puede tardar más y se gasta más en auto que en micro, o sea que no tiene sentido”.

La profesional destaca, sin embargo, que las unidades son incómodas “porque dejaron de tener asientos reclinables, pero lo bueno es que rara vez la gente viaja parada como sí ocurría hace unos años”.

Otra platense que viaja habitualmente, expresó que “trato de ir a capital en horario no pico. Entre las 6 y las 9 es un verdadero infierno, embotellamientos, demoras, mucho nerviosismo arriba de la autopista, pero después de esa hora se agiliza un montón el tráfico y por ende se llega mucho más rápido”.

Agregó que “he viajado en todos los medios y movilizarse allá en auto es también incómodo. Ahora lo hago en colectivo o en combi para regresar, que también cuesta 25 pesos y salen desde varios lugares. Además uso el subte que cuesta 4,50 pesos y es un medio dentro de todo rápido”.

Olga Petit vive en Villa Elisa y desde que “descubrió” el tren para viajar a Buenos Aires por trabajo -dice entre risas- dejó de usar el auto, el micro y las combis para llegar a su ámbito laboral. “Me cuesta 12 pesos y el rápido me deja en Constitución en poco más de media hora. Creo que para aquellos que trabajan cerca de esa Estación, no hay mejor manera de viajar”, concluyó.