Negocios, política y escándalos

¿Qué ocurre en la vida política de Pinamar, un municipio de apenas 25 mil habitantes estables que parece vivir en estado de “crisis permanente”? ¿Qué convirtió a ese balneario tranquilo en el escenario de repetidos escándalos que mezclan corrupción y violencia política?

Para quienes observan de cerca el fenómeno, las raíces hay que buscarlas en el sistema político pinamarense y en el vínculo entre el gobierno local y los negocios vinculados con la explotación del frente costero.

“En Pinamar hay una muy pobre cultura democrática, reflejo de cómo se hizo política en los últimos años”, apunta Martín Yeza, referente del PRO en esa ciudad. “Hoy tenés 17 mil electores y unos 15 candidatos a intendente, lo que deriva en una forma de hacer política con una lógica destructiva”, agrega.

En el mismo sentido, el diputado provincial del Frente Renovador Ramiro Gutiérrez también considera que en Pinamar “hay una guerra despiadada en torno a nichos políticos y feudos comerciales con una lógica destructiva, que pone y saca intendentes”.

Para el legislador provincial massista, Pinamar es “la ciudad emblema de la costa bonaerense que, en la alternancia, termina perdiendo en manos de Punta del Este cada temporada producto de los fenómenos de corrupción que hace que salga en los diarios por estos escándalos y no por sus infinitas bondades turísticas”.

“Hay un desarrollo inmobiliario como en ningún otro lugar de la Provincia con cero controles”, agrega Gutiérrez.