Brujos y enanos, mística, show y leyendas gigantes

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Brujos, hechiceros, enanos… El fútbol platense está plagado de historias, leyendas y anécdotas de este tipo, que revivieron luego del show que hizo el lunes por la noche el “enano-brujo” que acompañó al plantel de Gimnasia en su reconocimiento al Estadio Ciudad de La Plata.

Lo concreto es que aquel enano, Fernando Sansei, es en verdad un actor que contrató la dirigencia albiazul para gastarle una broma a su clásico rival, que tiene una relación más estrecha con este tipo de actividades. Es más, el Pincha trabaja desde hace años con Manuel, un brujo del barrio de Gorina que incluso ha viajado a Dubai en oportunidad del Mundial de Clubes.

Manuel viaja a todos lados con el plantel. Como local y visitante. Si hasta ingresa al campo de juego y se queda parado detrás del banco de suplentes. Se lo conoce como la “ayuda espiritual”. En la cancha de Gimnasia no lo dejaron salir del vestuario. Y en el último ni siquiera querían dejarlo entrar al predio.

Pero poco importó que el enano del lunes haya sido un actor. Se habló de una brujería para romper el maleficio de Gimnasia en 25 y 32, y para acabar con el poderío Pincha en ese escenario. Que antes había trabajado otro enano contratado por Estudiantes y mil cosas más que jamás se comprobarán.

Será por eso que en la previa del partido de ayer, contaron quienes estuvieron desde temprano en el estadio que otro enano realizó un “trabajo” para restarle efecto al que un día antes había hecho el actor.

Pero la presencia de enanos en los clásicos es de siempre. Tantísimas veces se habló de brujerías. También algunas anécdotas muy curiosas. En 1996, en el lo que se denominó “El clásico del siglo”, los hinchas de Estudiantes seguían muy atentos el partido propio con Gimnasia (iba 1-1) y el que se jugaba en Liniers, ya que en caso de derrota de Vélez, el Lobo tenía muchas chances de ser campeón en la propia cancha del León. Transcurría el segundo tiempo cuando alguien cuenta “penal para Independiente”. De inmediato, se buscó a un enano que estaba en la tribuna y lo llevaron a la fuerza hasta el corazón de la tribuna. Le dieron la radio y pidieron que relate la jugada. “Atajó Chilavert, atajó Chilavert”, gritó. Nunca en su vida lo abrazaron tanto como esa tarde.

LOS ENANOS EN EL RUGBY

También en el rugby local la figura del “enano” está muy presente. En La Plata Rugby Club, por ejemplo, cuenta la leyenda que en la década del ‘80 ocurrió un episodio que todavía hoy se recuerda.

El plantel Canario de aquel entonces había ganado un seven de verano en Pucará. Como no había copa le entregaron un enano de jardín. Según relatan quienes integraron ese equipo (entre ellos los hermanos Angaut), al regreso de Burzaco el micro se rompió. Ya en Gonnet el “trofeo” fue guardado en un galpón que se inundó a las pocas semanas. “Ese enano es mufa”, dijo alguien. Entonces meses después, en la previa de un clásico contra Los Tilos, un grupo decidió enterrar ese enano en uno de los ingoales del Barrio Obrero, para romper con el maleficio en los clásicos. Días después, La Plata derrotó al Verde después de varios años y el try del triunfo se anotó en ese ingoal.