Terminó la interna pero siguen los chispazos en el radicalismo

Si bien la interna del radicalismo bonaerense arrojó como resultado el triunfo de la lista que lideró Ricardo Alfonsín, la polémica y los cruces con la oposición que se nucleó en derredor de Daniel Salvador, lejos aparecen de ceder.

Los números finales de la contienda son los que alimentan los nuevos cruces y la amenaza opositora de judicializar el resultado de los comicios en los que los radicales de la Provincia eligieron autoridades partidarias.

Según el oficialismo nucleado en el Morena, la lista de Alfonsín consiguió el 62% de los votos contra el 38% de la nómina liderada por Salvador.

Pero desde el lado de Salvador informan números mucho más ajustados: reconocen el triunfo de Alfonsín, pero por 52,5% a 47,5%.

La cuestión en juego no tiene que ver con la manera en que se decoró el resultado. Ocurre que, depende de los porcentajes que alcanzó cada lista, se integrará la mesa de conducción del Comité Provincia.

Según explican fuentes partidarias, el ganador de la contienda ingresa cuatro miembros al plenario de conducción del partido: presidente, vice, secretario y tesorero. Pero las veinte vocalías titulares de ese organismo son distribuidas por sistema D’Hondt. Por lo tanto, con la polémica abierta por los números finales, no se puede establecer si el oficialismo tendrá 14 y la oposición 10, o la relación será 15 a 9.

Hay otra cuestión en danza y que tiene que ver con Juan Manuel Casella, candidato a delegado al Comité Nacional. Para ser reelecto -actualmente ostenta ese cargo- necesita al menos el 55% de los votos. Pero si el resultado fuese el que marca la oposición, debería dejar ese espacio.