Mucha presión con uniforme

Hubo cuidados especiales de los encargados de garantizar la seguridad, tanto adentro como afuera del Estadio Ciudad de La Plata, y eso le quitó espacios a los violentos, que ayer no tuvieron la participación que habían tenido en el partido anterior, por la Copa Sudamericana.

Se ajustaron los controles, en particular con todo aquello que tuviera que ver con el desplazamiento del equipo de Gimnasia, y también con los movimientos realizados por la dirigencia que acompañó a la delegación albiazul, que en el partido anterior avanzó por sectores ocupados por fanáticos albirrojos.

El equipo estuvo custodiado en todo momento, y los uniformados también se mostraron atentos en el área de plateas desde donde podía llegar a salir algún proyectil. Con estas simples medidas de prevención, no se repitieron las escenas que se lamentaron el martes anterior, cuando por ejemplo una botella impactó en un futbolista.

Con los dirigentes sucedió algo parecido, porque se los hizo subir y bajar a su palco por lugares donde no hubiera simpatizantes locales, y una vez instalados en la cabina desde donde miraron el juego, se los mantuvo vigilados para evitar hechos que después pudieran lamentarse.

Los controles se extendieron hasta que todos, tanto el plantel como el grupo de directivos, abandonaron el Estadio, lo cual no había pasado la vez anterior según denunciaron los visitantes.

CINCO DETENIDOS

En otro orden, anoche fuentes policiales dieron cuenta de cinco detenciones (tres mayores y dos menores) en oportunidad del clásico. A uno se le descubrió cinco gramos de marihuana, a otro pirotecnia, otro trató de ingresar con una camiseta del Lobo escondida y los restantes por exigir dinero para cuidar automóviles en la vía pública.