Las torres de Plaza Moreno, entre vandalismo y “vale todo”

Ventanales destrozados, paredes arruinadas por los grafitis, mugre acumulada en los rincones y hasta una familia en situación de calle que utiliza las instalaciones para pasar la noche, son los signos del deterioro edilicio de las torres administrativas frente a Plaza Moreno, jaqueadas desde hace tiempo por las secuelas del vandalismo y la falta de mantenimiento.

Tanto los vecinos que a diario transitan por ese barrio, como los empleados que se desempeñan en las torres gestionadas por el gobierno provincial, han denunciado los riesgos que representa esta situación. El cuadro más extremo es el que se puede ver en la torre administrativa I, de 51 entre 11 y 12, donde aún permanecen destrozados los enormes ventanales que fueron atacados a piedrazos durante los incidentes producidos tras la derrota de la Argentina en la final del Mundial de Brasil.

A pesar de que ya pasaron meses, los cristales no fueron reemplazados; los fragmentos aún penden de los marcos y ponen en riesgo a miles de transeúntes que a diario pasan por esa esquina.

¿Por qué, a pesar del tiempo transcurrido, todavía no cambiaron los vidrios? Voceros de la Secretaría General de la Gobernación explicaron que ya se llamó a licitación para la reparación de los cristales dañados y que “el 29 de septiembre se hizo la vista de obra por las empresas interesadas. Los sobres se abrirán en los próximos días”.

En tal sentido, se explicó que por el monto que implica la reparación, las autoridades están obligadas a llamar a una licitación.

DE PINTADAS Y SEGURIDAD

Por otro lado, este año hubo también innumerables quejas por la falta de mantenimiento y limpieza en baños, pasillos y escaleras; la situación que se volvió crítica en junio pasado, cuando durante un conflicto con los empleados de maestranza la basura se acumulaba en las torres. Todo eso sin dejar de observar las pintadas y grafitis que afean las paredes.

“Tenemos un par de problemas en el edificio hace ya varias gestiones”, comentaron empleados que pidieron preservar su identidad. “El pedido está hecho pero no le prestan atención”, se quejaron.

“Hay un solo electricista para las dos torres y a la noche ningún policía”, explican. La falta de seguridad, insisten, es un motivo de incertidumbre, ya que “hay chicas de limpieza que entran a las seis de la mañana”.

Los empleados también comentan que es común que las torres sean utilizadas por personas en situación de calle para pasar la noche. Y que a raíz del deterioro, cambiaron algunas prácticas. “Antes se cedían los baños para la gente que participaba de los eventos en Plaza Moreno, pero ahora ya no porque sencillamente no hay seguridad suficiente y tampoco insumos básicos, como papel. Además, el 90% de las válvulas de los baños fueron robadas y nunca se repusieron”, aseguran.

En alusión a la limpieza, desde la Secretaría General se indicó que en mayo pasado fue reemplazada la empresa encargada de ese servicio “porque no cumplían”. En ese marco, informaron que “se contrató nuevo personal de mantenimiento y ya se abrió un expediente para que la nueva firma cumpla con los requisitos convenidos (turnos, personal, tareas).